Por: Javier Pintos
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La chance que la pelota no sobreviva los 18 hoyos
La tercera escala de nuestro viaje por Aberdeen nos llevará a la más joven y novedosa de esta zona y eso es Trump Aberdeen, ubicada a unas 10 millas al norte de Aberdeen e inaugurada allá por el verano del 2012. Esta cancha es quizás algo diferente a las otras ya que fue concebida hace mucho menos tiempo, con la tecnología moderna ya instalada y por un arquitecto moderno como Martin Hawtree. A pesar de ser una cancha moderna, Trump Aberdeen lo tiene todo: desafiante, paisajes, las dunas más altas que jamás hayan visto, variedad de hoyos, dificultad, greens con infinidad de posiciones de banderas, cambios de elevación en ambas direcciones, doglegs en ambos sentidos … mi sola duda es si resiste un torneo de juego por golpes, ¡las chances de perder la pelota están en casi todos los golpes de salida … incluidos los pares 3!
¿Como la podemos comparar con sus vecinas con más de 100 años de historia? No es un trabajo fácil dictaminar cuál es “mejor” ya que creemos que además de una cuestión de gustos personales, uno tiene que evaluar cuándo y cómo fueron creadas, la tecnología usada en el diseño y construcción, el terreno, etc. Por todo esto es que Trump Aberdeen es algo totalmente diferente y novedoso, no solo en cuanto a la cancha de golf sino a su Club House mucho más pequeño y menos poblado de trofeos y reseñas históricas, pero si creado con buen gusto y calidad. Tampoco hay que dejar de mencionar el Macleod Castle que sirve de Lodge, lo que nos da una alternativa de alojamiento solo quizás superada por Trump Turnberry o el Old Course Hotel en St Andrews.
A diferencia de Cruden Bay o Royal Aberdeen cuyos Club House nos dan fabulosas vistas de la cancha y el mar, aquí el club está entre dunas casi sin vistas. Su enorme bandera escocesa (The Saltire) flameando a un costado es una de las lindas fotos que uno se puede llevar de esta visita. Punto opuesto también en la comida, que es más algo que tiende a lo norteamericano que el clásico menú escocés. Podemos trazar paralelismos con Turnberry, Kingsbarns o Castle Stuart para comparar la lista, que no tienen ese toque de ser bien locales como los clubes más tradicionales.
El Proshop es pequeño si lo comparamos con sus vecinos, el clásico logo de los campos de Trump es tal vez algo que aleje a muchos de llevarse algún recuerdo y esta puede ser quizás una de mis pocas críticas al lugar. El logo de un campo así debería representar más el lugar y el destino (Escocia), aun siendo una marca internacional como la de Donald Trump. Así y todo, hay muy buen material “tartán” (el cásico corte escocés) en especial fundas de putter y driver.
Pasando ya al campo de golf puedo decir sin riesgo de equivocarme que no recuerdo un campo con 18 hoyos tan espectacular en lo visual. Desde el 1 al 18 no hay uno solo que no merezca al menos un par de fotos y algún video de recuerdo. Hay golpes de salida que valen la pena ser filmados para mirarlos una y mil veces, porque es difícil de creer lo escénico que es el terreno con los hoyos serpenteando entre las enormes dunas. Es bueno aclarar que los diferentes sets de tees de salida varían no solo en el largo del hoyo sino en su eje. En Trump Aberdeen esto se pone de manifiesto más que nunca y es precisamente por las diferentes variantes que nos dan los tees de salida. Por esto es que uno puede jugar muchas veces aquí sin riesgo de aburrirse jamás, ya que entre sus grandes greens y éste detalle de los golpes de salida, el campo varía mucho de una ronda a otra.
Punto aparte para el mantenimiento: cuando mencionamos el tema de la construcción moderna ello es un activo ya que el riego cubre la totalidad de la superficie de juego, el pasto usado (festuca) suele venir de nurseries en un estado de pureza altísimo y con buen “capping material” (arena generalmente), la firmeza y prolijidad de todos los hoyos es sin ánimo a equivocarme la mejor de Escocia por mucha distancia.
Es muy difícil destacar un solo hoyo de esta fantástica cancha, pero intentaré dejar resaltados aquellos donde hay un golpe particularmente lindo:
- El golpe de salida del par 4 del 2, elevado y con un arroyo que lo cruza demanda muchísima precisión y será la primera gran foto del día.
- El par 3 del 6 con su green absolutamente rodeado de rough es la primera chance de un score alto si se falla por el mal lugar.
- El corto par 4 del 7 es mi hoyo favorito, porque a pesar de su poca distancia, para el que arriesgue no hay mucho lugar para equivocarse y su green además de ondulado es el más pequeño de todos.
- El par 5 del 10 con su muy extenso green cuesta arriba será otra de las grandes fotos cuando uno llega a la parte más alta. Muy difícil el cálculo de la distancia y solo llegable en dos golpes para muy pocos.
- El par 3 del 13, con sus tees elevados ofrecen una de esas fotos para enmarcar. Debe ser de los pares 3 más espectaculares de toda Escocia.
- El par 5 del 18 es el hoyo más impactante y quizás difícil del día si uno elige mal el tee de salida, algo que nosotros hicimos en nuestra primera visita. Juega 600 yds y si les toca viento en contra con frio puede tornarse imposible. Consejo: no vayan del fondo si juega viento en contra. El Club House y la inmensa bandera en el fondo son el marco ideal para la última gran foto del día.
Dejemos de lado lo que el nombre y el dueño del campo puedan producir y miremos solo la cancha de golf y la experiencia, Trump Aberdeen es un campo de golf extraordinario merecedor de una visita y hasta de ser repetido. Es de esos lugares que uno irá admirando y aprendiendo a jugarlo con el correr de las vueltas. No se esperen un buen score en la primera visita, pero si muchas buenas fotos y una ronda de golf de lo más entretenida.
Donde quedarse y donde comer
Aquí también Trump Aberdeen esconde un pequeño secreto llamado The Cock & Bull que es un acogedor restaurant que descubrimos cuando luego de terminar de jugar nos enteramos que la cocina del Club House había cerrado. Necesitábamos encontrar algo y llegamos a este lugar a 2km del Club House que me animo a decir está en el Top 3 de lugares en los que he comido en Escocia.
En cuanto al alojamiento, si uno puede darse el gusto de hacerlo, creo que el Macleod Castle es algo único en cuanto a la calidad de las habitaciones y ammenities ofrecidos. ¡Es cierto que uno estará lejos de Aberdeen para ir a cenar, pero si solo se quedan un par de noches vale la pena la experiencia!