Este martes se cumplió un año del día más feliz de la vida de Jon Rahm. Hace justo doce meses se proclamó campeón del Masters de Augusta y más allá de la alegría esto genera una gran responsabilidad, anoche le tocó cumplir con la tradición de ‘invitar’ al resto de los campeones a la clásica cena de ganadores del Masters.
Rahm ha tenido que diseñar el menú que degustarán los invitados para cumplir con la tradición que instauró Ben Hogan en 1952. Un menú en el que no faltarán tapas y ‘pintxos’ y comidas clasicas del País Vasco.
Para diseñar este menú, el golfista ha contado con la colaboración de uno de los más conocidos cocineros españoles, también buen amigo del jugador: José Andrés.
Juntos, han elaborado un menú completo que es todo un festival de sabores. Para abrir boca, esta selección comenzó con algunos de los mejores productos nacionales, como jamones ibéricos, queso Idiazabal o chistorra. Además, se sirvieron unas gildas, una de las tapas más conocidas de la cocina vasca; unas lentejas estofadas inspiradas en la receta de su abuela; una clásica tortilla de papas y unas croquetas de pollo.
Después, pasaron al primer plato; una ensalada de txangurro. Para el segundo, los asistentes pudieron elegir entre rodaballo al pilpil y chuletón a la parrilla. De postre, José Andrés y Jon Rahm han elegido una milhojas de crema y nata.
Pero la primera condición que puso Jon Rahm para su menú no tuvo que ver con la comida, sino con la bebida.
En las copas del Augusta National Golf Club sirvieron sus dos vinos favoritos: Imperial Gran Reserva 2012 y Contino Blanco 2020. Y el porqué le remonta directamente al día de su boda, cuando el golfista recibió de manos de su padre dos botellas del Imperial 1994 (el año en que nació), dado que era el vino favorito de su abuelo. “Para mí esa botella es como si tuviera las cenizas de mi abuelo, siempre que la veo me acuerdo de él”, contó el español.