Desde esta columna editorial venimos observando una tendencia en el mundo de la industria del golf que hemos dado en llamar el golf disruptivo que es un golf que difiere del golf tradicional fundamentalmente asentado en el concepto del entretenimiento.
Las nuevas generaciones y también las nacidas desde el golf tradicional se entusiasman con nuevas formas del golf vinculadas al nuevo mundo tecnológico. La incursión del LIV Golf Saudí y todo lo que ello conlleva, ha hecho salir del letargo decisional a algunos actores importantes de la industria del golf.
La poderosa Callaway adquirió no hace mucho el emprendimiento TOP GOLF porque sin duda cree en el golf disruptivo como un nicho del mercado con anclaje en el golf que ya ha prosperado y que prosperará con más fuerza.
Ahora vemos que un nuevo emprendimiento de golf disruptivo está en vísperas de generar gran atracción porque nace de la mano de Tiger Woods, Rory McIlroy y la colaboración del propio PGA Tour. Apostarán a la tecnología, generarán una nueva competición con el nombre TGL (The Golf League) que complementará el circuito de la PGA.
Será a mi criterio otra fuente para generar entusiasmo para nuestro deporte de cara al futuro fundamentalmente pensando en las nuevas generaciones que tienen otros comportamientos sociales fuertemente asociados a la tecnología.
El golf disruptivo está ganando mucho terreno, pero por ahora fuera de las instalaciones de los clubes de golf tradicionales. Esta circunstancia debe ser objeto de atención por parte de los tomadores de decisiones de los clubes de golf.
Los nuevos formatos de golf disruptivo no utilizan campos de golf tradicionales, no tiene un modelo de membresías, no se necesita tanto tiempo para disfrutarlo, no es necesario tener los propios palos de golf y encima hay una oferta entretenida con “music, food and beverage”.
Hay un mundo nuevo que se abre camino en el mundo del golf. ¿Qué opinan sobre el golf disruptivo? ¿Crecerá más que el golf tradicional en los próximos años?
Fotos: TGL
Fuente: MiguelDonadio.com
