Seguimos pensando que el golf tiene en estos tiempos una enorme potencialidad para crecer de manera exponencial pero no parece que las organizaciones del golf estén a la altura de las circunstancias; más bien el mundo nuevo del gobierno del golf todavía no termina de imponerse sobre el mundo viejo.
Las organizaciones y muchos clubes de golf aman los hábitos; el problema es que enamorarse de costumbres organizacionales del pasado puede hacer colapsar la sustentabilidad de los clubes de golf. Un ejemplo de ello se advierte en aquellos clubes de golf que apelan a la venta de espacios para real estate y eso es porque el modelo de negocios del club tradicional les colapsó.
Las grandes y vertiginosas transformaciones nos obligan al cambio. Generalmente las empresas son las que toman la vanguardia en adaptarse con mayor rapidez a los cambios porque las presiones son más inminentes que en los clubes de golf donde generalmente se toman medidas a menor velocidad.
La pregunta que se hacen todos los directores y gerentes de grandes organizaciones es como desarrollarse con mayor capacidad de adaptación al vértigo de esta nueva era, en la que el mundo móvil y creativo se impone a la organización funcional tradicional; muy propia de muchos clubes de golf.
Un autor de renombre como Bernhard von Mutius en su libro “Pensamiento Disruptivo”, deja las pistas de las nuevas formas de construir organizaciones exitosas para esta nueva era que no deja de sorprendernos.
Se acabó el trabajo en silo o compartimentos estancos. Hay que romper las estructuras antiguas, colaborar de manera distinta y trabajar en red, sin fronteras entre departamentos. La revolución creativa invade a las organizaciones exitosas.
Solo las ideas y las soluciones nuevas, la mentalidad y la acción creativa y el desarrollo del conocimiento tienen futuro. Interconexión, interdisciplina y co creación son las herramientas para generar impactos organizacionales.
Analicen como la empresa TOP GOLF ha ganado terreno en el mundo del golf y sigan el derrotero de cómo seguirá ganando adeptos vinculados a nuestro deporte. No responde al golf tradicional. Responde al golf disruptivo asociado al golf entretenimiento.
En nuestros clubes de golf también tenemos que poner énfasis en analizar las grandes tendencias que están ocurriendo ante nuestros propios ojos y sin embargo todavía no nos permitimos tomar el toro por las astas y modernizar nuestras visiones de gestión para que el impacto en el crecimiento sea exponencial.
Un buen ejemplo de que el crecimiento exponencial es posible es estudiar el caso de Corea del Sur.
¿Cuánto millones de golfistas todavía estamos a tiempo de conquistar si cambiamos nuestra forma de gestionar las organizaciones del mundo del golf?
Fuente: MiguelDonadio.com
