El continente africano con sus más de 1.300 millones de habitantes y 54 países resulta un excelente desafío para los tomadores de decisiones del golf del mundo porque la potencialidad para su desarrollo es impresionante.
Recordemos que en todo el mundo hay alrededor de 70 millones de jugadores de golf, que la mitad están representados por el golf de EEUU y de Canadá y un 15% de ese total está representado por el golf femenino.
Volviendo a África, si bien es cierto que la mayoría de los campos de golf, la gran historia de los jugadores más renombrados y los mejores campos de golf están al sur de ese continente en la República de Sudáfrica; no es menos cierto que las posibilidades de hacer crecer el golf en todo ese continente son increíbles.
Hablar de Gary Player como emblema del golf africano como de otros grandes talentos de esa geografía como Nick Price, Ernie Els, Retief Goosen, Louis Oosthuizen o Charl Schwartzel, todos ganadores de grandes torneos mundiales, habla a las claras de que en esos lugares también pueden surgir estrellas que impulsen el crecimiento del golf del mundo.
Este gran continente tiene un factor extraordinario para el desarrollo del golf y es fundamentalmente su clima qué, aunque caluroso, nos regala para nuestro deporte infinidad de días soleados durante todo el año.
Pero para desarrollar el golf en África no sólo hay que pensar en el golf tradicional sino también en el golf disruptivo como hemos dado en llamar al golf que se practica en espacios al estilo TOP GOLF con todas las comodidades y posibilidades de recreación, food & beverage.
La construcción de infinitos complejos de drivings range asociados a los nuevos comportamientos sociales y a la tecnología puede significar una idea de alto impacto para todo ese continente ya que la práctica de esa forma de golf no implica pagar costos de membresías y a priori tampoco gastos en adquisición de equipos.
El golf, disruptivo a mi criterio complementario del golf tradicional, puede ser un canal de crecimiento muy importante para este continente también.
Hay otros factores añadidos al factor climático que hacen viable la posibilidad de un crecimiento de nuestro deporte en África y son el aumento de la clase media en algunos países africanos, el turismo internacional de golfistas que apetecen jugar en campos de ese continente y la mayor popularidad que está tomando el golf en esas latitudes.
Además, hay que decir que el estímulo a los niños africanos en el mundo del golf dará grandes frutos como ya es el caso de la niña prodigio Kanana Muthomi, una jovencita keniata que se ha transformado en una de las más talentosas golfistas de ese continente.
Y también hay que señalar que con alrededor de 500 campos de golf la República de Sudáfrica lidera esa estadística en todo el continente, pero también Marruecos con 56 canchas de golf, Nigeria con 54 y Kenia con 43 son ejemplos de países donde el golf tiene una base muy interesante para seguir impulsando el crecimiento africano.
Siempre hablamos del gran mercado inconquistado que existe en el mundo y ahora sumamos la potencialidad del gran continente africano que nos ofrece además unos increíbles paisajes que pueden conectar con el mundo del golf.
La pandemia, como factores externos al poder decisional de las autoridades del golf mundial, ha hecho crecer la popularidad del golf es por eso que es necesario que sean ahora factores internos al poder de decisión del golf, fruto de un pensamiento estratégico los que logren la conquista de mayor mercado del golf.
Como dijera Nelson Mandela, y hago honor a uno de los africanos más célebres: “Todo parece imposible hasta que se hace”.
¿Qué les parece la potencialidad para desarrollar el golf en el continente africano?
