El lunes Augusta National Golf Club abrió sus puertas al público para la semana del Masters. Atrás quedaron la fabulosa victoria de la británica Lottie Woad en el Augusta National Women’s Amateur y toda la alegría de los chicos participando en el Drive, Chip & Putt.
Haciendo referencia a esto último, Akshay Bhatia se transformó en el primer jugador en haber jugado ese evento y en llegar al Masters. Bhatia estuvo aquí hace 10 años jugando en la categoría de 12/13 años y el domingo ganó el Valero Texas Open lo que le dio la última invitación disponible para esta semana.
Les decía ayer que han pasado más de 30 años desde mi primera vez en Augusta, pero debo confesar que jamás había visto tanta cantidad de gente. Sobre todo, me impresionó la ansiedad de la gente por entrar al Pro Shop y llevarse todos los recuerdos posibles del lugar. Siempre había fila para entrar al shop, pero esta vez la cantidad de público era tan grande que la fila llegaba a lugares que jamás había visto antes.
El lunes también es el primer día de práctica oficial para los jugadores y Tiger Woods llegó muy temprano al club. Apenas pasadas las 8.30 ya estaba en el tee del 10 junto a Will Zalatoris para jugar solo 9 hoyos. Obviamente otra ola de gente los seguía y se lo vio muy bien a Tiger. Caminando sin dificultad, pegando muy bien y largo, y de muy buen humor. Se me ocurre que solo serán 9 hoyos por día para no forzar el físico.
También por la mañana fue el turno de Santiago De La Fuente que practicó junto a José María Olazábal. El ganador del LAAC eligió buen compañero de práctica y se me ocurre que le debe haber hecho un millón de preguntas al español para tratar de aprender la mayor cantidad de secretos del campo.
Casi llegando al mediodía llegó el turno de Camilo Villegas y Emiliano Grillo que pegaron por el 10 junto a Vijay Singh. Habían pasado 9 años desde la última vez que el colombiano había jugado el Masters y se lo vio contento de estar aquí. Unos días atrás estuvo con McIlroy jugando un par de rondas de práctica y entonces los cambios en la cancha no lo sorprendieron.
Grillo llegó el sábado junto a su familia, solo practicó el domingo y el trío también jugó sólo 9 hoyos. Hay que entender que estas rondas de práctica se hacen eternas por que los jugadores pasan largos ratos alrededor y sobre el green para tratar de refrescar en sus memorias cómo y cuánto van a caer ciertos putts. Las posiciones de banderas las conocen de memoria y aquí normalmente no cambian.
La tarde empezó con algo raro. Un eclipse estaba anunciado para apenas pasadas las 3 de la tarde y el Masters le entregó a cada persona un par de anteojos, con el logo por supuesto, para poder ver el fenómeno. Nada queda librado al azar.
Apareció Jon Rahm y pasó largo rato en el putting green. Lo miraba mientras practicaba y se me ocurre que por su cabeza deben haber pasado mil imágenes de 2023. También creo que este viaje a Augusta y el encuentro con todos los mejores del mundo lo hará sentirse bien. No digo que esté mal en el LIV, pero como él mismo dijo hace poco cuando señaló que extrañaba jugar en el tour, el hecho de estar de nuevo aquí lo tiene que hacer sentir bien. Supongo que algo preocupado para que todo salga bien el martes a la noche y que a los invitados a la cena más exclusiva del deporte les guste el menú. Aunque no lo crean, es un momento de mucho stress para los que ganan por primera vez por que entran a un lugar que no conocen y en donde todos son ya veteranos. Una vez que pase eso Rahm se enfocará de lleno en la defensa del título, algo que solo Nicklaus, Faldo y Tiger han conseguido hacerlo.
Nos fuimos de Augusta y la fila en el Pro Shop seguía siendo eterna.
Por suerte las compras las hice el domingo.