No es ninguna novedad asociar el golf al mundo de los negocios. Cuántas veces hemos escuchado decir que el ambiente de una cancha de golf es un lugar más que propicio para desarrollar buenos negocios.
Ese microclima ajardinado, silencioso, socializador por excelencia entre quienes lo practican, la armonía del hoyo 19 en el club house cuando los jugadores departen las vicisitudes de juego generan un marco muy apreciado por los hombres de negocios para cerrar tratos.
También es “vox populi” que en muchas empresas internacionales se sugiere a los cargos jerárquicos de la organización que practiquen golf para poder participar en clubes donde el networking potencia la generación de jugosos negocios para los interesados.
Miles de presidentes de grandes corporaciones son fanáticos golfistas y valoran este deporte no solo en sentido social sino en sentido económico. Según un estudio se ha señalado que las empresas cuyos directivos juegan al golf son las más rentables de la bolsa y señalan que el directivo golfista tiene mayor concentración.
La polémica que voy a plantear está vinculada a si los clubes de golf aprovechan este gran valor agregado del mundo del golf que son los negocios para atraer nuevos golfistas de las grandes corporaciones y a su vez si tienen programas focalizados de networking entre sus asociados.
Hace unos años leí un gran artículo titulado “¿Pertenece Ud. a un club del futuro?” muy bien escrito por Guillermo Pérez Chesnau, donde el autor reflexiona sobre la importancia de coadyuvar a que los asociados de los clubes del futuro mejoren sus relaciones económicas como parte de la oferta social/deportiva del siglo XXI.
¿Es válido que los clubes potencien los climas de negocios? ¿Es importante que un club tenga un buen programa de networking? ¿Conocen los socios de un club las actividades de cada uno de ellos para poder potenciar los negocios entre ellos? ¿El club organiza eventos para que los socios presenten sus actividades y/o sus empresas y/o emprendimientos?
Además, otros autores señalan que el golf como deporte también potencia las habilidades de los empresarios. Hay universidades que conectan el golf con lo académico y organizan cursos para mejorar la creatividad, aprender a gestionar el estrés, perfeccionar el proceso de toma de decisiones, las estrategias, mejorar las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo, etc.
Como se puede apreciar los clubes de golf aparte de resultar ambientes deportivos pueden hoy día tener una óptica más empresarial que potencien el networking de todos sus asociados y además con el auge del e-learning y con la mancomunión del golf y con el mundo académico generar programas de capacitación en un ambiente extraordinario como lo son los clubes de golf.
Dicho todo esto creemos que los clubes deben aggiornar las estrategias para captar nuevos socios, no solo con foco en la salud y en el deporte sino también focalizando su marketing en la importancia del club como marco para los negocios y también en cuestiones vinculadas al slogan “life long learning” que pueden resultar ideas atractivas para captar nuevos socios.
Los clubes de estos tiempos se convertirán en lugares auspiciosos para que los socios hagan “home office o club office” en un ambiente agradable mientras aprovechan otras actividades del propio club y además lugares para hacer e-learning. Hoy en día se habla mucho de los co-working temáticos, o sea, lugares que generen convocatoria sectorial. Lo hay para artistas, para abogados, para empresarios, etc. En los clubes se pueden hacer eventos temáticos en días diferenciados.
Es importante señalar que la tecnología ha impulsado muchos cambios disruptivos que la dirección de los clubes deben tener en cuenta si quiere tener un club del siglo XXI.
Además, hay que decir que los cambios son muy vertiginosos y ciertas estructuras del pasado si no se modernizan y acompasan los nuevos tiempos conjuntamente con los nuevos comportamientos sociales de las nuevas generaciones puede hacer peligrar su supervivencia.
Todavía vemos muchos clubes anquilosados en sus formas cuyo promedio de edad ha crecido y donde el recambio generacional es muy tibio. Tampoco tienen programas para atraer a las mujeres y por eso el número de jugadoras es muy escaso. En fin es importante pensar en estos tiempos como imaginamos gestionar exitosamente nuestra organización deportiva vinculada al mundo del golf.
La pregunta final que tiene que ver con todo esto es para la reflexión: ¿Cómo serán los clubes de golf del futuro próximo?
Fuente: MiguelDonadio.com
