No es ninguna novedad señalar el impacto que ha tenido la irrupción tecnológica en los últimos tiempos con innovaciones que sólo hace unos años nos hubieran resultado absolutamente impensadas. Sin duda hemos convivido con una verdadera revolución en materia tecnológica que transversalmente ha invadido a todo tipo de actividades y obviamente el mundo del deporte no ha sido una excepción.
Infinidad de deportes se han visto beneficiados con innumerables inventos y el mundo del golf nos ha sorprendido con muchas genialidades en ese aspecto sin que ello implique soslayar el debate que generan los avances tecnológicos y las amenazas que algunos plantean a la naturaleza del propio deporte.
Los dirigentes de los clubes y tomadores de decisiones de las organizaciones del mundo del golf han visto que los softwares de gestión han sido una novedosa herramienta para mejorar la eficacia y eficiencia de todos los procesos que hacen al manejo, a la administración y al contralor de toda su actividad cotidiana. La digitalización del sector ha sido increíble en estos últimos años, sobre todo después de la pandemia COVID 19 que azotó a todo el mundo.
La gestión general se ha simplificado una enormidad ya que en un solo programa se ha podido unificar el manejo de todas las necesidades operacionales de un club entre ellas todas las cuestiones de las reservas de horarios de salidas, las cuotas de los socios, las ventas de la tienda, las operaciones de restauración, la administración de las academias, obviamente todo lo relacionado con los ingresos y egresos de la organización y un largo etc.
Gestionar hoy día un torneo de golf es sorprenderse cuando una vez anunciada la apertura de las inscripciones uno puede ver como en una hora, si el evento resulta convocante, los socios e invitados completan los lugares como por arte de magia. Desde múltiples dispositivos informáticos llega su fanatismo por participar del evento y ello sin la participación de ningún empleado. Se anotan, eligen su horario, pagan su inscripción y luego anotan su score en forma digital. Realmente inimaginable unos cuantos años atrás. Y a ello sumarle la posibilidad de tener en el acto todo tipo de información esencial para la toma de decisiones.
Además, la tecnología ha sumado a la gestión de los superintendentes que a través de nuevos aparatos pueden monitorear el sistema de riego, evaluar las condiciones del campo de golf, registrar las aplicaciones de pesticidas y fertilizantes, hacer un seguimiento de la mano de obra, llevar un inventario on line de cuanto les interese, utilizar un dron, sin moverse de la oficina, para hacer una inspección visual de todos sectores de la cancha de golf, etc. La utilización de cámaras infrarrojas portátiles para ayudar a identificar el estrés del césped antes de que sea visible al ojo humano.
En materia de enseñanza la tecnología también ha hecho un gran aporte. Los analizadores de vídeo de cámara lenta, la posibilidad de dar clases de golf por zoom a alumnos deslocalizados, los trackman para medir la distancia y la trayectoria de la pelota, etc., y otros tantos inventos han revolucionado las formas de impartir clases de golf. Muchas academias importantes están siendo franquiciadas a distintos lugares del mundo ya que sus instructores estrella pueden dar una clase de golf para cualquier alumno de cualquier geografía en cualquier momento con sólo prender una computadora. Todo esto hace unos pocos años era impensado.
El jugador de golf también ha visto la invasión de nuevos adminículos para completar el juego que han impacto en las economías de la industria del golf. Cada golfista quiere tener un nuevo carro de golf con su respectivo sensor de distancia y climatología. También quieren tener relojes inteligentes con GPS de cada una de las canchas de golf en las que juegan. Guantes modernos con sensores para mejorar su práctica y obviamente su score. Por supuesto el medidor de distancia láser y los palos de golf sensorizados con toda la información que pueden brindarle a los jugadores para mejorar su juego.
En fin, ya nada queda de aquel jugador de fines del siglo pasado que tiraba un pasto al aire para saber la incidencia del viento y tener idea de las distancias con una marca en medio de la cancha de golf. Ahora la precisión de las distancias es infalible.
Tampoco el periodismo especializado se ha salvado de mejorar sus trabajos a la hora de comentar un gran evento de golf. La popularización de los drones ha irrumpido en las transmisiones de los grandes torneos de golf cambiando las formas de filmar a los jugadores con ángulos mucho más dinámicos.
No puedo dejar de mencionar la tremenda incidencia de los e sports de golf que concitan la atención de lo que hemos llamado golf indoor en países donde el clima no acompaña durante todo el año para el golf tradicional. Multitudes de fanáticos juegan torneos en las mejores canchas de golf del mundo cómodamente ubicados en ambientes calefaccionados y con la posibilidad de un food & beverage a solo unos pasos de su gatera de práctica.
Grandes empresas como TOP GOLF y todas aquellas que desarrollan aparatos para los driving range también han impulsado el mundo del golf producto de los nuevos desarrollos tecnológicos. Ya se están viendo torneos mundiales on line con miles y miles de participantes que se anotan desde cualquier lugar del mundo.
El mundo de las redes (Facebook, Instagram, twitter, etc.) también ha importado prestar atención al concepto de “seguidores” que a veces pueden resultar de alto impacto para el mundo del marketing y del interés de los sponsors del target de socios de un club de golf. ¿Qué es más importante tener 100 anotados en un evento de golf o que ese club organizador tenga miles de seguidores para captar mejor la atención de un patrocinador?
En fin, creo que hemos descripto el gran caudal de cosas novedosas con las que la tecnología ha revolucionado el mundo del golf como nunca en la historia de nuestro deporte lo habíamos visto y estas circunstancias deben poner en alerta permanente a los tomadores de decisiones del mundo del golf. Tengan siempre presente lo que le pasó a la gran empresa de cámaras fotográficas Kodak que no pudo hacer frente a la revolución de los teléfonos y la irrupción de las fotos digitales.
Y para terminar me queda la sensación que aparte de todo lo dicho, todavía estamos lejos de los muchos cambios con los que la industria de la tecnología nos podrá sorprender.
Siempre estará vigente el debate sobre si el golf y la tecnología son compatibles o si en pocos años veremos un juego muy distinto al que conocíamos de los tiempos de Jack Nicklaus, Tom Watson y Severiano Ballesteros.
Fuente: MiguelDonadio.com
