Por: Javier Pintos
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Una maravilla poco convencional y el tee del 9 más lindo de Escocia
Nos fuimos de Royal Aberdeen con la sensación de haber jugado una fabulosa cancha y ahora con solo recorrer unos pocos kilómetros nos encontramos con otra joya que es unánimemente aclamada por todos los que viajan a jugar por la zona. Cruden Bay lo tiene todo, desde gran diseño de greens, una buena mezcla de hoyos difíciles con otros más sencillos, vistas poco comunes desde que uno llega al tee del 9 y una buena racha de hoyos cerca del mar que son siempre una inspiración.
¿Que hace de Cruden Bay una visita especial? La calidez del personal es difícil de repetir: su secretaria de reservas Elaine le da un trato personal a cada visitante y hasta es capaz de sentarse a almorzar y mostrarnos el Club House por dentro. El esposo de Elaine llamado Hamish Stephen fue Greenkeeper muchos años hasta el día de su fallecimiento y por ello un pequeño puente en el 6 lleva su nombre. No se extrañen tampoco si el que se acerca a saludar es el Capitán del club que puede contarnos acerca de la historia y los cambios que ha sufrido la cancha a lo largo de los años.
El Club House es uno de los puntos más elevados con respecto a la cancha y por ello el salón donde uno almuerza es el lugar ideal para admirar la cancha sentados y en silencio. Buen gusto, sobriedad, simpleza, amabilidad de los socios y el personal. Todo se conjuga para sentirse en casa. Y si toca tomar algo después de enfrentar el desafío de su icónica cancha, es para relajar los hombros, mirar hacia fuera y agradecer la experiencia de haber estado ahí.
El logo de Cruden Bay es uno de los más lindos de todas las canchas que me ha tocado visitar y por ello obviamente el paso por el ProShop dejó secuelas en mi tarjeta de crédito. Otro de los buenos, con variedad y calidad. Jugar en Escocia es especial y tener recuerdos de esos momentos también es dinero bien invertido.
La cancha puede que no sea lo difícil que suelen ser Royal Aberdeen o Trump Scotland, pero un poco de viento en la dirección no deseada y se puede transformar en un lindo mano a mano. El comienzo parece inofensivo, pero solamente fallen por el lugar equivocado y ahí ella muestra sus garras. Cuando uno llega al 9 tiene quizás el golpe más escénico del día y luego los hoyos que siguen son buenas chances de hacer poco al borde del mar. El par 3 “ciego” del 15 marca el comienzo de un final que aprieta y cerrar la vuelta es una tarea nada sencilla.
Al no ser Sede de torneos de profesionales, salvo algunos nuevos tees y mejoras en los greens, el recorrido no ha sufrido cambios con el correr de los años y ese es uno de los lindos detalles de esta cancha. Cruden Bay está casi como fue diseñada originalmente hace más de 100 años. Y entre buena velocidad de greens, caídas y cambios de plataforma uno puede ver algo cercano a una obra maestra.
Cuál es la dificultad de Cruden Bay? Mirar la tarjeta de yardas y ver que es mas corta que otras pueden llevar al engaño de creer que va a ser un paseo. En las canchas modernas uno casi en automático puede tomar el driver en todos los pares 4 y 5, pero en Cruden Bay hay que pensarlo varias veces si uno quiere que la pelota sobreviva las 4hs que tarda la ronda. En este caso hoyo corto no es sinónimo de fácil, colocar la pelota desde el tee y buscar el mejor ángulo al green es la estrategia adecuada
Muchos campos de Escocia tienen diseños que hoy podríamos llamar “poco convencionales” y Cruden Bay tiene varios de ellos que igual son desafiantes:
- El hoyo 1 es especial con fuera a la izquierda y gorse a la derecha con el fairway cayendo hacia allí, para luego tirar a un green elevado.
- El corto par 4 del 3 es otra maravilla, difícil de colocar la pelota y adivinar cual es el mejor camino para ese green ciego.
- El par 3 del 4 es el más lindo de la parte cercana al club con un pequeño burn y las típicas casitas del lugar a la izquierda.
- El par 5 del 6, de 3 tiros si el viento les viene en contra, tiene un green escondido que hace necesario pensar si ir por él porque un fallo corto puede terminar con la vida de la pelota en ese denso rough.
- El corto par 4 del 8 sin bunkers alrededor puede parecer fácil, pero fallen por el lado incorrecto y ese deseado birdie puede ser un bogey. Un buen golpe de salida los puede dejar con un putt para águila.
- El ciego par 3 del 15, donde literalmente la primera vez uno debe adivinar la dirección y fuerza exacta. ¡Para este hoyo las modernas apps con dibujo de los hoyos son de mucha ayuda!
Es cierto que uno menciona a Escocia y el nombre de St Andrews aparece de inmediato quizás con el de Turnberry muy cerca. Y tal vez no es justo ser terminante y decirles que estudien otras alternativas, pero todas mis experiencias en Aberdeen me han mostrado que el golf está a la altura de las más famosas, y hasta quizás con mejores paisajes. Cruden Bay los va a entretener, desafiar y maravillar en especial ese punto famoso que es el tee del hoyo 9, quizás la mejor foto de golf que uno pueda sacar en toda Escocia.
Donde quedarse y donde comer
Los restaurantes de muchas de estas canchas son manejados por el propio club y suelen estar subvencionados, Cruden Bay y Royal Aberdeen son ejemplos de ello, y conociendo lo exigentes que son sus socios uno entiende por qué se suele comer buena comida en ellos y a precios muy razonables. Por eso hacer el almuerzo y “vivir” el Club House es siempre una opción que completa la experiencia y donde se come muy bien.
Para quedarse en Aberdeen la experiencia me ha llevado a dos muy buenos hoteles como el Atholl (marca que también está en otras ciudades) y el Malmaison, que casualmente tiene un excelente Restaurant para la cena.
Como alternativas para probar en la ciudad podemos mencionar:
- Brig O Don: Pub Escocés de muy buena comida y aún mejor ambiente.
- Mount Everest con su muy buena cocina asiática (en este tipo hay varias alternativas más)
- Así como en St Andrews se destaca Bella Italia, en Aberdeen “Mi Amore” lleva los honores de la cocina italiana.
