Por Jim McCabe ( PGA TOUR)
Los días más largos y ratos de un poco más de calor son un recordatorio de los cambios estacionales de la Madre Naturaleza.
Si bien es evidente de Rory McIlroy es un golfista de todas las estaciones, hay pruebas asombrosas de que su mejor momento generalmente es cuando las temperaturas suben y su viaje de primavera a verano busca rutas familiares.
En 2022, por ejemplo, McIlroy quedó segundo en el Masters, y allí inició una racha de 11 torneos en los que ganó dos veces (el RBC Canadian Open y el TOUR Championship) y quedó entre los 10 primeros en ocho de esos 11 torneos.
Un año después, McIlroy fue aún mejor en el mismo período de tiempo. Empató el séptimo lugar en el PGA Championship y luego inició una racha de 10 torneos consecutivos en el PGA TOUR en los que estuvo siempre entre los 10 primeros.
Si dos veces puede ser una coincidencia, tres veces ya es un patrón. Camino a los torneos a jugarse en las Islas Británicas el jugador de 35 años de Irlanda del Norte ya ganó dos veces y terminó segundo en el US Open entre otros excelentes resultados.
Las victorias en la Zurich Classic de Nueva Orleans y en el Wells Fargo Championship en uno de sus campos de juego favoritos, Quail Hollow Club, indican que McIlroy se siente a gusto con este clima.
Y es un buen momento, porque McIlroy tiene por delante un tramo que tiene que puede hacerlo volver a sonreir, luego del disgusto de Pinehurst: llega el Genesis Scottish Open y el Open Championship.
El primero que McIlroy tiene por delante es el Genesis Scottish Open. Este se celebrará del 11 al 14 de julio en el Renaissance Club, y no sólo se jugará la semana anterior al Open Championship en Royal Troon, sino que también le brindará a McIlroy la oportunidad de revivir los recuerdos de su sorprendente victoria hace un año.
Empujado al máximo por el héroe local, el escocés Robert McIntyre, McIlroy estaba un golpe por detrás cuando terminó birdie-birdie para lograr una impresionante victoria, siendo lo más destacado un impresionante approach con un hierro 2 en el hoyo final para lograr la victoria. Para muchos, fue el uno de los mejores momentos de la temporada 2023 del PGA Tour.
“Si no fuera que esto es lo que hago para vivir, lo que pasó esa tarde fue simplemente lo que era el sueño de mi vida. Estar en aquel green, con ese ambiente, con mi gente y con los olores a los que siempre estaba acostumbrado, era todo lo que quería”.
Pero hay otro tema que sigue acosando a McIlroy y no importa que el récord de victorias en su carrera mejore cada vez más (tiene 26 victorias en el PGA TOUR y ha conseguido al menos una victoria en 13 de sus 15 temporadas), McIlroy sabe que las preguntas apuntarán hacía allí, y más luego de Pinehurst.
“¿Por qué no has podido ganar un major desde 2014? ¿Te sientes frustrado por tal sequía?
Cuando ganó el PGA Championship en 2014, McIlroy tenía ya cuatro majors, estaba a uno del grand slam y tenía solo 25 años. Era fácil pensar que podría competir con Tiger Woods, quien en ese momento poseía 14 majors. Pero ahora, a los 35 años, no se habla de cuántos sino si habrá un próximo.
“Sólo necesito seguir poniéndome en esas posiciones y tarde o temprano sucederá”, dijo.
En sus últimos 37 majors, McIlroy terminó segundo cuatro veces y diez veces terminó entre los cinco primeros. Así que las oportunidades han estado ahí y le dan esperanza. El que más le gusta es el Open Championship que se jugará del 18 al 21 de julio en Royal Troon. McIlroy ha estado entre los seis primeros en cinco de los últimos siete Open Championships, él se crió en los links y el hecho de que tenga la oportunidad de que allí vuelva a recuperar la confianza surge inevitable.
En este “clima cálido”, Rory se encuentra cómodo y puede ser lo que necesita luego de haber dejado pasar la chance en el US Open. Un clima amistoso y sentirse en casa lo ayudará a recordar que cuando está en este tipo de lugar feliz, lo que lo hace un seguro animador de los dos eventos que se jugarán en Escocia.