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Masters de Augusta: Desde los quitasoles verdes con blanco

Masters de Augusta: Desde los quitasoles verdes con blanco

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Este año tuve la fortuna de asistir al Masters de Augusta. Dicho lo anterior, lo quise disfrutar en toda su dimensión, la que además de consistir en caminar por sobre los 100 km -considerando toda la semana-, asaltar varias veces el Proshop y disfrutar al mejor field del mundo, también pude disfrutar de los asientos con la mejor vista del campeonato. Me refiero a las mesas blancas bajo los quitasoles verdes y blancos del Club House. ¿Se ve el golf? ¡No! ¿Se ven los jugadores? ¡No! ¿Se ve la cancha? ¡Menos! Pero es por lejos el lugar donde hay que estar.

¿Que vi?, ahora se los relato.

Mujeres muy glamorosas, perfectas, maquilladas para la ocasión, vestidas de verde, y con accesorios en el tono. Más parecía la previa a una fiesta de Hollywood que la terraza de un club en un fin de semana del abierto. En fin, el Masters es la versión golfística del Derby de Kentucky.

El clima el sábado fue más benévolo, pero los scores igual no muy espectaculares. La cancha difícil, durísimos los greens y, a ratos, un poco de viento.

Joaco jugó bien, en el 7 hizo un bogey de campeones. Quedó injugable pegado a un tronco sin tiro y con posibilidades de un drop pésimo, así que agarro un putt y con la punta le dio a la pelota, dejándola al medio. De ahí un approach extraordinario y un putt que quedó colgando. En el hoyo 10 también salvó un bogey buenísimo. Le está pegando muy duro y bien.

Scheffler, en tanto, cerró el 18 con un birdie espectacular, al igual que DeChambeau, que en el 15 venía de hacer un doble bogey con una papa, lo que reafirma que son de carne y hueso…

En la cancha pude ver a Annika Sorenstam, Ana Patricia Botin, Nancy López, Greg Norman, Jack Nicklaus, Gary Player, Bernard Langer y Ben Crenshaw. Conversé en la mesa con los padres de Tony Finau. Incluido a Chip y Joanna, los animadores de Renovación en Pareja, para los que siguen los programas de H&H.

Pero llegó el domingo, con muchos jugadores con posibilidades. Hay que pensar que 6 golpes de diferencia pueden remontarse. La temperatura alta dentro y fuera de la cancha. Las chaquetas verdes aparecieron en masa y, en vez de caminar, flotaban. Nuevamente, las mujeres en tonos de verde y con accesorios en el tono.

Me senté bajo los quitasoles a tomar un Azalea, el drink oficial del torneo, con dos parejas. Estaban desde el martes, venían desde Los Ángeles y Seattle, invitados por un “member”, y descansaban antes de partir al aeropuerto, para embarcarse luego en su jet privado. Así es el estándar de Augusta. Ellos no son la excepción, sino que, por el contrario, unos más del grupo de quienes se sientan bajo los quitasoles verdes con blanco. Convengamos que yo solo soy una infiltrada que llego ahí después de trabajar muchos años para el Golf Chileno.

En la cancha, sufrimos con Joaco, quien comenzó 3 sobre el par, y partiendo en el hoyo 5 venía +5. En el 7 hizo una tremenda salvada y cerró el 9 con un birdie donde metió un tren de unos 6 metros. En el 12 bogey, y birdie en los dos pares 5. Con todo terminó +4, en el puesto 22, lo que no le alcanzó para clasificar automáticamente para el próximo año pero, independiente lo que diga la prensa, fue una buena actuación donde superó a varios. Para que se hagan una idea, empató con Rory, Cantlay y Fitzpatrick, y le ganó, entre otros, a Fowler, Matsuyama, Villegas, Mickelson, Lowry, Koepka, Rahm, Finau y a Tiger. Así que no se equivoquen, tuvo una participación de lujo. Puede ser que no haya quedado contento, pero ¿quién queda feliz luego de una ronda de golf? Casi nadie.

En la competencia, Scheffler corrió casi solo, jugando un golf perfecto en una cancha con greens muy duros y corredores que no permitieron errores. Si algo se aprende en Augusta es que todos se caen en algún momento y la cancha te pasa la cuenta, la clave está en el control de daños. Imaginen un trazado de más de 7.550 yardas, con viento y come piernas, saca de concentración a cualquiera

Mi única crítica es que, si quieren ir a jugar, en la eventualidad que pudieran, no hay tee de mujeres, solo de “members” con 6.500 yardas, así que háganse el ánimo de una cancha muy muy larga. Yo sigo prefiriendo jugar desde abajo de los quitasoles verdes y blancos.

Foto: The Masters

Fuente: ChileGolf

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