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FEDEX CUP 2024

FEDEX CUP 2024

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Terminó la Fedex 2024 y algunos datos que sirven para entender mejor este nuevo sistema que puso en práctica el PGA Tour para la temporada de 2024. La creación de esos 8 Signature Events reservados solo para los top-50 de la temporada pasada, más algunos otros que lograban clasificar, parecía mostrar dos circuitos diferentes. Uno para aquellos que podían jugar estos 8 eventos en donde se repartía más del doble de dinero y un 40% más de puntos para la FedEx, y el otro con los torneos regulares del tour con las bolsas “normales” y la escala de siempre con los 500 puntos al ganador. Los mismos jugadores hablaban de la ventaja de jugar esos torneos, pero al final del año y si bien existió esa ventaja, los números muestran que esa realidad no es tan abrumadora como podía pensarse en un primer momento.

Los 50 que comenzaron este año con la ventaja de poder jugar esos Signature Events, hubo 17 que no lograron quedar en ese top 50 al terminar los play off (Schenk, Fowler, Glover, Tom Kim, Taylor, Spieth, Grillo, Moore, Rose, Putnam, Kitayama, Svensson, English, Hodges, Power, Todd y Rodgers). Esto es el 34% de los jugadores que jugaron esos eventos no pudieron mantener los privilegios para 2025. No hay dudas que es una ventaja, pero no me parece que hay dos tours diferentes. Veremos qué pasa en la próxima temporada.

Los números de Scottie Scheffler asustan. Al frente en 40 categorías diferentes de estadísticas del PGA Tour y con unos ingresos que si me los hubieran contado hace solo 5 años no lo hubiera creído. Ganó 29,228,357 dólares en premios, a los que hay que sumar los 8 millones del premio Comcast Bussines por haber terminado al tope de la FedEx Cup en la temporada regular, más los 25 millones por haber ganado también la Fedex Cup. Esto da 3.275.176 dólares por torneo jugado, 826.711 por ronda, 46.095 por hoyo y 12.240 por golpe que pegó en este 2025. Los más de 62 millones que totalizó lo ponen entre los deportistas mejores pagados del mundo, sin contar por supuesto los contratos de publicidad. Esto es solo lo que ganó en la cancha. A alguien esta cifra le puede parecer una locura, pero cuando leemos que un jugador de la NBA o de la NFL o la MLB firma contratos siderales, y a veces no juega por lesión, no nos sorprende ni nos parece mucho. Scheffler se ha ganado cada dólar con una superioridad que a veces no parece tal, pero que a la hora de firmar la tarjeta no deja dudas. Su juego no tiene casi fisuras y su fortaleza mental se pone de manifiesto cada vez que comete un error: es el líder también en esa categoría que marca que hace un jugador luego de cometer un bogey. El domingo en East Lake lo volvió a demostrar cuando luego de dos bogeys seguidos (7 y 8) rebotó con tres birdies y pegando quizás el golpe del día en el par 3 del 9 (el hierro 4 de 236 fue una obra de arte y para mi uno de los grandes golpes el año).

¿Podrá mantener Scheffler el mismo andar y seguir dominando el tour? Esa es una pregunta que nos hacemos todos y el tiempo lo dirá. Hay que ir a 2007 para encontrar a alguien (Tiger) que haya ganado 7 veces en el tour y que haya tenido los números de Scheffler en las estadísticas más importantes. Solo para que recordemos lo difícil que es mantener el nivel por tantos años, basta que viajemos 10 años para atrás y veamos lo que hizo Jordan Spieth entre 2015 y 2017: 3 majors (uno más que Scheffler) y 10 victorias en ese periodo. Terminó el 2017 y el nivel de Spieth bajó. Es cierto que los números de Scheffler son mucho mejores que los de Spieth de aquellos días, pero es solo un ejemplo de cómo el dominio puede desaparecer.

Cambiando de tema, llegamos a casi tres cuartos de 2024 y el arreglo entre el tour y PIF no parece avanzar, o al menos eso es lo que sabemos. En realidad, es lo único que sabemos por qué no ha habido noticias de interés desde hace tiempo. El deadline del 31 de diciembre pasado se estiró hasta abril de este año y llegamos a septiembre sin novedades. En el medio el conflicto se cargó a dos de los máximos dirigentes del golf y dos de las mentes más claras que había en este deporte. Martin Slumbers, CEO de la R&A, fue el primero en anunciar que a fines de año dejaba el cargo luego de 10 años. Slumbers adujo temas familiares, pero la realidad es que se hartó de un conflicto, que si bien no lo golpea en forma directa, lo ha sacado de foco en los últimos 3 años. Seth Vaugh era el CEO de la PGA de América y también dejó su cargo el 30 de junio pasado. Luego de haber sido presidente del Deustche Bank en USA por muchos años y fanático golfista no necesitaba el cargo, pero su pasión por el juego lo hizo involucrarse con la organización deportiva más grande de Estados Unidos. Amigo y mentor de Jay Monahan durante los últimos 20 años, la relación entre ellos se enfrió demasiado luego de Augusta 2023. No sé los motivos, pero no es difícil imaginarlos. Solo basta ver que algunos jugadores del LIV pudieron jugar la Ryder Cup y ninguno lo hará en la Presidents Cup. Otro que dejó su lugar en el directorio del tour fue Jimmy Dunn, el hombre que junto a Monahan comenzó las negociaciones con el PIF en total secreto, además de haber sido uno de los dos que enfrentó el pedido de explicaciones en el Senado de USA hace un año. Curioso que luego de esa audiencia en el Senado comenzaron las charlas entre el tour y el Strategic Sports Group, que terminaron con la creación de una nueva sociedad llamada PGA Tour Enterprises y el aporte de mil quinientos millones de dólares por parte del grupo inversor. Dunn fue corrido de la toma de decisiones, lo hizo saber en el comunicado que dio cuando se fue del board, y decidió dar un paso al costado. Esto coincidió con el momento en donde los jugadores empezaron a tener el control de las decisiones. No me gusta esto por la famosa frase que dice que el jugador juega y el dirigente dirige. Cuando los roles cambian es difícil que salga algo bueno.

La solución no parece estar a la vista. Quizás nos levantemos un día y veamos a Norman abrazado con Tiger frente a las cámaras haciendo un gran anuncio. Difícil, pero también era difícil imaginar a Monahan con Al Rumayan hablando por TV, y sucedió.

Por último toca hablar de nuestros jugadores. Me entusiasmó el comienzo de Grillo con dos top 10 temprano en el año, pero después su juego se apagó por completo. No aprovechó los Signature Events y no pudo llegar al BMW para asegurar estos torneos en 2025. Creo que cuando armó su calendario para la última parte no pensó que iba a llegar tan apretado de puntos. Su plan era jugar el Scottish Open y el Open, quedarse en París para estar en la ceremonia inaugural y después jugar los Olímpicos antes de volver a Estados Unidos. Su posición en la Fedex Cup lo hizo volver a Minnesota después del Open, vuelta a París para los Juegos, de ahí a Carolina del Norte para el Wyndham y pegado el primer de los play off. Seis semanas cruzando el atlántico 4 veces es demasiado sin importar la edad que tengas. También me entusiasmé con Tosti en el comienzo, estuvo muy cerca en Houston, pero tampoco mantuvo el nivel después. Tanto el cómo Nico Echavarría deberán pelear en el Fall para mantener la tarjeta. 

El final de la temporada nos trajo la enorme alegría de la vuelta al triunfo de Jhonny Vegas. El venezolano se quedó con el 3M Championship jugando los hoyos finales como el gran jugador que es. Es muy bueno tenerlo a Vegas de nuevo sano en el tour porque todavía le quedan algunos años para jugar en el circuito. Uno de los mejores pegadores de pelota del mundo y un tipo que se merece todo lo mejor.

Así pasó este pequeño resumen de la FedexCup 2024. Si se preguntan por qué no hable de los majors, la respuesta es sencilla: queda para la próxima columna.

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