Los que tengan más memoria recordarán lo sucedido en la Ryder Cup de 2014, o mejor dicho, lo que pasó en la conferencia de prensa luego de que una vez más Europa derrotara a USA. Los capitaneados por Tom Watson estaban respondiendo las preguntas de la prensa y en forma intempestiva Phil Mickelson señaló que los jugadores no habían participado de ninguna decisión y que Watson no habló con ellos de ningún tema durante la semana. Un papelón que Mickelson debió haber evitado, y que ciertamente Watson no merecía pasar. El resultado de esto fue que al poco tiempo el presidente de la PGA de América fue removido del cargo, él había sido el de la idea de elegir a Watson, y los jugadores tomaron control de los destinos del equipo estadounidense de la Ryder Cup. La mal llamada “Task Force” había sido creada con Mickelson a la cabeza de la revuelta. Mirando los resultados desde aquel momento podríamos decir que no les fue mal con la nueva idea ya que por lo menos ahora Estados Unidos no pierde de local, pero para encontrar un triunfo en Europa hay que remontarse a 1993 con, curiosamente, Tom Watson como capitán.
Cuando los jugadores tomaron las riendas decidieron que los capitanes tenían que ser nombrados por los jugadores, que había que copiar el sistema europeo en donde los vicecapitanes se transforman luego en capitanes y crearon así un grupo bastante cerrado en donde nombres como los de Davis Love, Zach Johnson, Jim Furyk y Tiger Woods fueron pasando por los distintos lugares. También metieron mano en el criterio de selección, cambiaron el sistema y tuvieron mucha influencia en la elección de los jugadores “a dedo”. Esto último quedó claro en la segunda temporada de Full Swing cuando se lo escucha a Spieth diciéndole al capitán Johnson durante un desayuno, creo que durante la semana del Open en Liverpool, algo así como “a Roma vamos los amigos no”, poniendo presión en el capitán para que Justin Thomas fuera elegido por sobre algún otro con chances. La historia fue que Thomas fue elegido por Johnson quedando afuera Keegan Bradley. También en la serie queda documentado cuando el capitán llamó al jugador para decirle: “lo lamento, pero decidimos tomar otro camino”. Los méritos de Bradley para formar parte del equipo eran indudables, pero los amigos pudieron más que los merecimientos.
La designación de Keegan Bradley como capitán para la edición que se jugará en Bethpage Black en 2025 me parece que da señales de que algo de todo lo sucedido en los últimos 10 años puede estar cambiando.
Cuando la PGA de América anunció que la famosa cancha en las afueras de New York sería la sede de la Ryder Cup un nombre saltó de inmediato para ocupar la capitanía de los locales: Phil Mickelson. El zurdo fue siempre un favorito del público cada vez que se jugó allí el US Open y con 55 años para el momento de los matches estaba en la edad justa para el trabajo. El bueno de Phil decidió pasarse al otro bando y en lugar de ser capitán en Bethpage se transformó en el presidente del Dark Side para muchos. Cuando esto sucedió surgió el nombre de Tiger Woods como número puesto para el rol de capitán. La PGA de América designa durante el mes de enero del año anterior a los matches al capitán, pero en esta oportunidad llegamos a junio y todavía no estaba el anuncio oficial. Tiger se demoraba en responder, hasta que finalmente decidió no aceptar el cargo debido a que está muy metido en las negociaciones con el PIF, todo el mundo opina que es quien lidera estas negociaciones, y que no tendría el tiempo necesario que necesita la función de capitán. Había otros nombres que habían formado parte de aquella cofradía, con méritos más que suficientes y ya en el Champions Tour o a punto de llegar. Stewart Cink, Webb Simpson o Matt Kuchar eran nombres que sonaban fuerte, pero contra todos los pronósticos la PGA de América se inclinó por Keegan Bradley. Sin haber cumplido todavía los 40 años, Bradley será el capitán más joven desde que Arnold Palmer fuera capitán/jugador en 1961. Un hombre que todavía está en la plenitud de su juego, ganó dos veces en la temporada 23/24, y que además no pertenece a ese grupo que ha manejado la Ryder Cup en la última década. ¿Habrá sido esta designación una disculpa de la PGA de América por haberlo dejado afuera el año pasado, o será un golpe de timo de los dirigentes de la institución que se cansaron de mirar desde afuera como los jugadores se ocupaban de todo sin tener los resultados esperados? En pocas semanas una nueva edición de la Presidents Cup se jugará en Canadá y creo con lógica Jim Furyk invitó a Bradley para que sea vice capitán. Al principio sus ayudantes erán Kevin Kisner, Justin Leonard y Stewart Cink, pero ahora se suma Bradley mostrando que la cordura todavía reina en el golf de Estados Unidos.
Lo cierto es que Bradley fue el primer sorprendido cuando recibió el llamado y su primera decisión fue la correcta: “antes de aceptar quiero hablar con Tiger”, dijo Bradley, que contó durante la conferencia de prensa de presentación que tuvo una larga charla con Woods, en donde este le explicó los motivos por los cuales había declinado la oferta y que contaba con todo su apoyo para colaborar en lo que fuera. Veremos cómo se mueve Bradley en un ambiente que no parece serle muy favorable. Es un verdadero fanático de la Ryder Cup al que le tocó formar parte de dos equipos que perdieron, y que todavía creo le queda resto como para pretender formar parte del equipo, pero de algo creo estar seguro. Keegan Bradley elegirá a los mejores y no a los amigos, que a juzgar por lo sucedido en 2024, parece no tener muchos.