No se equivocó el pronóstico y el sábado fue una pesadilla para jugadores, organizadores y público. Todo listo a las 8 y bajo la lluvia, pero sin viento, se reanudó la segunda ronda del Masters.
Había muchas historias en la cancha. Podría Mateo Ferenadez de Oliveira lograr el milagro de jugar los últimos 6 hoyos en 2 bajo par y meterse en el fin de semana? Aguantaría el físico de Tiger? Rahm le daría alcance a Koepka? Algunas respuestas llegaron rápido, para otras hubo que esperar hasta el final.
En su primer golpe del sábado Mateo selló su suerte. Le dio mal al tercero del 13 y la bola terminó en el arroyo. El doble bogey lo sentenció y de allí en más peleó cada golpe para terminar haciendo 75. El último approach en el 18 desde atrás del bunker de la derecha fue una muestra clara de su calidad. No tengan dudas que se fue con bronca por no haber pasado el corte, pero también estoy seguro que habrá aprendido mucho en estos días en el Masters.
Tiger abrió con un golpe perfecto en el 12 y desaprovechó la chance con un muy mal putt. Dos pares 13 y 14 para luego lograr un birdie que se celebró en la sala de prensa. Para ese momento el corte estaba proyectado en +2 y a Tiger le sobraba uno. Salvó el par en el 16, pero falló por el peor lugar en el 17 y llegó el bogey que lo puso otra vez contra la pared. El 18 estaba jugando eterno y Tiger falló el golpe de salida. No alcanzó el green con el segundo, no podía desde donde había quedado, su tercero fue malo y el bogey fue inevitable. Dependía ahora de su gran amigo Justin Thomas y de Sungae Im. Si alguno de los dos hacía un bogey en los últimos dos capítulos Tiger estaría el fin de semana. Thomas subió el 18 y lo volvió a meter dentro del corte, pero el problema para el campeón del PGA Championship fue que también hizo bogey el 18 y con 42 en sus últimos 9 hoyos se quedó afuera con +4. Tiger estaría en las últimas dos rondas y eso era todo lo que le importaba a la gente. Ahora solo hay que esperar que su físico aguante el desgaste que significara el día domingo.
Rahm arrancó en el 10, bajo el 12 y cuando logró otro birdie en el 15 quedó a un golpe de Koepka, que miraba desde su casa. Subió el 16 con 3 putts, bajo el 17 y volvió a necesitar 3 putts para completar el 18.
A nosotros nos quedó la satisfacción de ver al turco Ancer jugar en forma sólida sus últimos 5 hoyos, y junto a Pereira y Niemann que habían terminado el viernes, estaría también en la definición.
Paró de llover, se rearmaron las salidas por el 1 y 10 en grupos de tres, y a las 13.06 Kopeka, Bennett y Rahm llegaban al tee del 1 para comenzar la tercera ronda. El último amateur en jugar en el grupo final de un major había sido Paul Dunne en el Open de 2015 y lo había hecho el domingo. Bennett se daba el gran gusto de hacerlo en el Masters y había mucha expectativa. El comienzo no fue bueno con dos bogeys rápidos, pero estabilizó el barco con varios pares hasta que todo terminó. Koepka y Rahm bajaron el 2, el español anotó dos bogeys en el 4 y 5, pero cuando sonó la sirena que marcó la suspensión el líder enfrentaba un putt de 3 metros para par en el 7 y Rahm uno más corto para birdie. Los 4 de ventaja pueden quedar reducidos a la mitad, pero eso lo sabremos el domingo a las 8.30 AM cuando se reanude el juego.
El motivo de la suspensión fue la acumulación de agua en los greens y la decisión fue acertada porque casi a la medianoche de Augusta todavía seguía lloviendo.
El domingo será un día eterno para los jugadores y otra vez aparecen las preguntas: completará Tiger los 72 hoyos? Se transformará esto en un match entre el español y el estadounidense? Saltará alguien de atrás para meterse en la pelea?.
Domingo en Augusta. Algo que jamás hay que perderse.
Foto: Charles Laberge/Augusta National
