Por Wyndham Clark (para PGA TOUR)
Sentí que mi madre me estaba cuidando durante toda la ronda final. Ella ya no puede estar aquí, y la extraño. Sé que estaría orgullosa de mí. Siempre ha estado orgullosa de mí, independientemente de cómo me fuera. Solo desearía que ella pudiera estar aquí y que pudiéramos disfrutar esto juntos. Fue una semana bastante sorprendente porque mi madre vivió en Los Ángeles durante algunos años y algunas personas se me acercaron y me mostraron fotos de mi madre cuando la conocieron en aquellos años, cuando tenía 20 y 30 año. Por lo que fue una especie de ambiente especial toda la semana estar aquí en Los Ángeles. Mis padres se casaron en el Riviera Country Club, y se puede decir que tengo algunas raíces en esta zona.
Mi mamá era tan positiva y tan motivadora en todo lo que hacía y no dudo que sus lágrimas serían de alegría. Ella me llamaba ‘Winner’ (ganador) cuando era niño y solo me decía: “Te amo, Winner”. Ella tenía ese mantra de jugar en grande y yo era realmente un niño de mamá. Obviamente, es genial pensar en ella, y estar aquí en Los Ángeles y ganar algo tan importante como este US Open me hace pensar en ella aún más.
Siento que he trabajado muy duro y he soñado con este momento durante mucho tiempo. Muchas veces me imaginé estar en esta situación, a punto de ganar el US Open y creo que era mi hora. Esta es ahora mi segunda victoria en el PGA TOUR, la primera fue surrealista y esta lo es aún más. Puedo decirles que caminar el hoyo 18 fue bastante emotivo.
Las últimas cinco o seis semanas han sido un torbellino ganar el Wells Fargo Championship el mes pasado fue enorme porque la gente me decía: oye, ¿y que pasa si viene algo más grande?. Sinceramente, creo que también debería haber ganado el Memorial Tournament hace unas semanas. Viktor Hovland jugó muy bien, pero yo estaba justo en la pelea y me caí al final, pero en el fondo de mi mente, dije ¿y si esto me está guardando para algo más grande? Obviamente, no sabía que iba a ser el US Open, pero tenía esa actitud y la creencia de que algo mejor iba a suceder. Y sucedió.
Siento que pertenezco a este lugar. Incluso hace dos o tres años, cuando la gente no sabía quién era yo, sentía que aún podía jugar y competir contra los mejores jugadores del mundo. Creo que ya lo había demostrado este año. Me he puesto muchas veces en posición pero se que obviamente todos ven al jugador que levanta el trofeo, pero he estado yendo en la dirección correcta durante mucho tiempo. He superado muchos cortes, he tenido varios top-10 y top-20, y siento que he hecho un gran trabajo para llegar a este lugar.
Obviamente, ha ido más rápido de lo que pensaba en cuanto a empezar a hacer algunas cosas mentalmente que nunca antes había hecho, pero siento que soy uno de los mejores jugadores del mundo. Pero al mismo tiempo, soy un tipo bastante humilde y tranquilo. Voy a celebrar esto como corresponde, pero me gusta competir. Soy tan competitivo, que ya quiero vencer a todos, pero también me gusta ser amigo de todos.
Creo que otra de las claves fue cuando mi caddie y mi agente me dijeron en noviembre pasado que tenían una entrenadora mental llamada Julie Elion, con la que debería trabajar. Estaba un poco reacio a hacerlo al principio, pero estoy feliz de que ella haya entrado en mi vida. Es una locura ver cuánto he mejorado y cuánto me ha ayudado ella. No pensaba que podría ser un campeón de major hace seis o siete meses.
En la práctica Julie y yo hablábamos de cualquier cosa menos de golf. Hablábamos de viajes, de las hermosas casas de aquí, solo quería distraerme. Igual me decía oye, esto es como cualquier otro día y lo has hecho mil veces”. Julie tiene una gran calma y una presencia que me tranquiliza y me relaja.
El hecho de caminar y escuchar a mucha gente cantar el nombre de Rickie me ayudó porque Julie me había dicho que cada vez que escuchara a alguien cantar por Rickie, pensara en mis objetivos y lo tomara como un desafío. Y eso hice. Fueron como más de 100 las veces durante la ronda final que me acordé de mis objetivos, gracias a que gritaban por otro que no era yo. Ahora probablemente ya me conozcan y canten por mi.