La semana pasada se jugó en Escocia una nueva edición del Alfred Dunhill Championship. El torneo perteneciente al DP World Tour se juega en tres canchas (Carnoustie, Kingbarns y Old Course), con un formato Pro-Am en donde participan celebridades, empresarios y otros amateurs. El responsable de este evento es el millonario sudafricano Johann Rupert, propietario de Dunhill, que decidió hace algunos años hacer en Escocia una réplica del viejo torneo que se jugó en Pebble Beach hasta el año pasado. El ex futbolista del Real Madrid, Gareth Bale, actores como Michael Douglas y Bill Murray, el cantante Huey Lewis fueron algunos de los nombres destacados. Algunos de los profesionales decidieron invitar a sus padres como el caso de McIlroy, McIntyre y Hatton, para poder compartir con ellos la experiencia única que significa jugar en St.Andrews. El final encontró a Tyrrel Hatton logrando el título por tercera vez gracias a un birdie final desde poco más de un metro para derrotar al belga Nicolas Colsaerts.
La Dunhill tuvo además un condimento extra que fue la presencia del comisionado del PGA TOUR Jay Monahan, quien jugó de compañero con Billy Horschel, y del Chairman del PIF Yasir Al-Rumayyan que tuvo a Dean Burmester como partner. Mucho se especulaba sobre las posibles reuniones que mantendrían allí los líderes del PGA Tour y LIV, pero todo se amplificó cuando los cuatro jugaron juntos durante la primera ronda. Si esto pudo haber tomado a alguien por sorpresa, el hecho que el árabe compartiera salida con Rory McIlroy el segundo día fue todavía más llamativo. McIlroy fue uno de los principales críticos del LIV en sus comienzos y la voz cantante del PGA Tour. Es cierto que en estos últimos meses McIlroy les ha bajado el tono a sus críticas y ha estado más propenso a un arreglo, pero nadie resiste un archivo y el irlandés fue muy duro hasta no hace mucho con el nuevo tour.
La cuestión es que como muchos presumíamos poco se habló en la cancha del tema, pero mucho se rumoreó de lo que sucedió fuera de los links durante la semana. El que dejó su opinión fue el mismo Rupert cuando dijo que hay dos cosas que probablemente sucedan. “Creo que para fines de año todos sabremos si el PIF realizó una gran inversión en PGA Tour Enterprises”, señalo Rupert, para luego añadir, “suceda o no lo de la inversión, ambos tours seguirán por caminos separados por que hay una gran cantidad de temas legales y que incluyen muchos abogados que llevarán un largo tiempo resolver. A nadie le gustan los abogados, ciertamente a mí tampoco, pero son una parte importante de este tema y llevará un tiempo hasta que todo quede resuelto”, terminó diciendo Rupert.
Todo esto me lleva a pensar lo siguiente. A principios de este año se hizo el anuncio de la creación de PGA Tour Enterprises. Una nueva empresa con fines de lucro creada por PGA Tour en conjunto con el SSG (Strategic Sports Group). Este grupo invirtió 1.500 millones de dólares para entrar en el negocio del golf de la mano del circuito más importante del mundo. No importa acá si el gobierno americano estuvo detrás de esto, sino que lo importante es la inyección de dinero que este grupo le puso al tour. Este grupo inversor no está haciendo una obra de caridad con el tour, sino que está invirtiendo en algo que cree puede ser un buen negocio, y como buenos empresarios que son, más allá que les guste el deporte, lo primero que quieren es recuperar el dinero que invirtieron. La forma más rápida que tienen para recuperar ese dinero es conseguir que un tercer actor entre en escena e invierta en el proyecto. Todos sabemos que ese actor es el PIF y es por eso por lo que todos hablan de que para fines de año el fondo saudí será parte de este PGA Tour Enterprises. SI esto sucede, el SSG habrá hecho un gran negocio (se asociaron con el tour, crearon una compañía y en menos de un año habrán recuperado la inversión), el PIF habrá logrado su cometido principal (meterse en el negocio del golf mundial de la mano del tour más importante), y el tour podrá dejar de pensar en los problemas financieros que le ocasionó la llegada de un competidor con bolsillos sin fondo.
Ahora amigo golfista, yo sé que a Ud. como a mi todo el tema de cómo solucionan el tema de plata nos importa poco o nada. Lo que realmente queremos es ver a todos los mejores jugando juntos de nuevo. Eso parecería que se va a demorar un poco y que solo en los majors, quizás la Ryder Cup y algunos torneos del DP World Tour podremos disfrutar de un duelo como el de Pinehurst. Esto será así salvo que suceda lo que creo podría suceder.
Tenemos claro que a nadie le gusta perder plata y hemos visto cómo en estos últimos tres años el LIV ha gastado miles de millones de dólares sin obtener retorno alguno, y por cómo va la cosa es probable que siga gastando en 2025. Sin un buen contrato de TV, sin sponsors, sin empresas que hayan querido ponerles el nombre a los equipos, sin una gran cantidad de público en los torneos que se juegan en USA y con un formato que todavía no ha prendido, es difícil generar ingresos y les aseguro que mantener ese circo es carísimo. Todo esto vemos nosotros, pero quizás la gente que maneja el PIF ha hecho todo esto como una inversión para poder llegar al objetivo final: entrar en el gran negocio del golf. Los grandes empresarios del mundo saben que los grandes negocios no dan ganancia de entrada, sino que al principio hay que “perder” para después empezar a ganar. Que tal entonces si todo el dinero que el PIF “perdió” en estos primeros años era el que estaban dispuestos a invertir para poder llegar al gran objetivo final.
Imaginemos por un instante que esto es así y que toda la que pusieron fue el costo que tuvieron que pagar para asociarse con el tour. Si es así, no tengan dudas que de la misma forma que no les tembló el pulso para “perder” todo el dinero que han puesto en hacer andar el LIV, tampoco les temblará un día para decirle a Norman y a los jugadores que el LIV se acabó. No creo que suceda rápido, pero en cuanto todo el tema legal quede solucionado y los jugadores del tour vean los beneficios de las nuevas inversiones, todos agacharán la cabeza, aceptarán las condiciones y nosotros volveremos a ver a todos los mejores jugando todas las semanas en los mismos escenarios.
A esta edad ya he perdido la capacidad de asombro y si bien a nosotros los mortales nos cuenta entender que alguien haya prendido fuego miles de millones, para ese alguien quizás fue una inversión a futuro.