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Verano Europeo

Verano Europeo

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Ir a Europa en verano es un viaje que todos disfrutan. Es cierto que a mucha gente le gusta más el frío, pero el viejo continente cambia de color con el calor y para mi gusto es incomparable. Se me ocurre que para Lydia Ko también.

Las jugadoras de la LPGA pasaron varias semanas del verano del hemisferio norte en Europa y todo comenzó en un lugar de ensueño como es Evian, para terminar en la cuna del golf el domingo último. En el medio fue la cita olímpica en París.

Lydia Ko fue un prodigio en el golf mundial. Es la ganadora de menor edad en la historia de la LPGA. Lo hizo a los 15 años cuando se quedó con el Canadian Open, y ya a los 17 años se instaló como la Nº1 del ranking mundial. Las victorias se sucedieron, pero como sucede muchas veces con los golfistas, un día la neozelandesa dejó de ganar. Resurgió en 2022 cuando logró tres victorias, la carrera anual y el título de la mejor jugadora del año. Ya por aquellos días Ko anunció que no sabía cuanto más jugaría, que tenía pensado formar una familia y que no se veía toda su vida compitiendo al máximo nivel. Estaba muy cerca el retiro, pero también estaba muy cerca un objetivo extremadamente difícil de lograr como es el de ingresar al LPGA Hall of Fame. El ingreso a ese exclusivo club depende solo de las victorias de la jugadora y se necesitan 27 puntos que se acumulan de la siguiente manera: 1 punto por cada triunfo en el circuito, 2 puntos por cada major, 1 punto por ser jugadora del año y 1 punto por obtener el Vare Trophy que es el mejor promedio de score en una temporada. Cuando terminó aquel año 2022 Ko tenía 25 puntos acumulados.

No hubo victorias en 2023, pero esta temporada comenzó con el triunfo en el primer evento del año y a la siguiente semana parecía que lograba el tan ansiado punto 27 cuando era líder en el Drive On Championship. Un bogey al final la mandó a un desempate que terminó perdiendo con Nelly Korda. El Hall of Fame debía esperar.

A todos sus logros Ko le añadió la medalla de plata en Río 2016 y la de bronce en Tokio 2020. Así llegó a París para una nueva cita olímpica y todo el talento de Ko afloró en Le Golf National. La medalla dorada no solo completó la vitrina olímpica, sino que le dio el punto que necesitaba para llegar a 27. Con la emoción de ser campeona olímpica viajó a Escocia para el Scottish Open en donde terminó en el sexto lugar y de inmediato el viaje a St.Andrews para el AIG Womens Open.

Era muy probable que fuera la última vez que Ko jugara el Old Course en forma competitiva y durante las primeras tres rondas todas las miradas estuvieron puestas en otras jugadoras. Rondas de 71-70-71 la dejaron a 3 golpes de Nelly Korda luego de cara al fin de semana y a 3 golpes de Jiyai Shin con solo 18 hoyos por jugar. El clima había sido agradable para las damas, pero el día final, St.Andrews trajo todo lo que tiene: viento, mucho frío y lluvia de a ratos. Esos días que ni siquiera vale la pena abrir el paraguas y que empieza a caer agua de costado. Korda pareció encaminar el campeonato con 3 birdies entre el 7 y el 10 para sacar dos de ventaja, pero un muy mal doble en el 14 la dejó igualada con Lilia Vu, Ko y Shin. Las cuatro jugadoras habían sido Nº1 del mundo en algún momento de sus carreras y con solo 3 capítulos estaban igualadas en 6 bajo par. Ko jugaba delante de todas y tuvo que pegar el segundo golpe del 17 en el momento que más agua caía, pero la calidad de un prodigio siempre aparece en los momentos más difíciles y a su madera 3 no la torció ni el viento de St.Andrews. Fue par allí y cerró con un perfecto birdie en el 18 para un total de 281. Ahora era tiempo de esperar. 

Korda subió el 17 y quedó solo con la esperanza de hacer 2 el 18, cosa que no ocurrió. Shin también hizo bogey en el grupo final y corrió la misma suerte, mientras que Vu, defensora del título, salvó el par y se dejó la chance en el 18. Tiro para empatar desde 6 metros y en forma increíble la dejó corta 50cm. No solo no empató, sino que segundos después falló el corto putt para par que la dejó empatada en el segundo lugar con Korda, Yin, y Shin. La diferencia entre salir segunda sola o compartida con las otras tres fue de alrededor de 300 mil dólares.

Mientras todo eso sucedía Ko lloraba de emoción abrazada a su caddie y a su marido. No sé cuánto tiempo más veremos a Lydia Ko jugar al golf profesionalmente, pero si esta fue la despedida, será inolvidable. No nos extrañemos si dentro de poco la neozelandesa anuncia su retiro. No le queda mucho más por ganar.

Viajar por Europa es siempre un placer. Cuando dentro de muchos años Lydia Ko repase su carrera con sus hijos, el verano de 2024 será una parte muy importante de sus recuerdos.

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