Disfruté de dos semanas muy especiales en noviembre, donde terminé segundo en el World Wide Technologies Championship en México y luego gané el Butterfield Bermuda Championship. Ha sido un viaje increíble y la vida es eso, un viaje en el que hay altos y bajos. Hay que regresar a ese niño colombiano que vino a los Estados Unidos con un sueño, jugó al golf universitario, luego llegó al Korn Ferry Tour en 2005 y después todo arrancó en el PGA TOUR y logré ganar un par de eventos de los Playoffs de la FedExCup en 2008.
Uno pensaría que ese joven estaba en la cima del mundo. Y creo que lo estuve en un momento dado. Me sentía bastante bien desde el punto de vista del rendimiento. Pero cuando veo dónde estoy ahora y todo lo que ha sucedido, creo que ahora soy una mejor persona. Quizás los resultados no hayan estado ahí, pero este viaje definitivamente ha sido interesante. Perder mi tarjeta del PGA TOUR, sufrir una lesión, perder a mi hija en 2020, crear Mia’s Miracles (una iniciativa benéfica para ayudar a otros a enfrentar desafíos), volver al Korn Ferry Tour, seguir trabajando duro, tener dudas, miedos, lágrimas, sonrisas… nunca sabes adónde te lleva la vida.
A pesar de todas las dudas, nunca dejé de levantarme temprano, 5 am, 5.30 am, de la mañana para hacer lo que me gusta porque, sinceramente, lo bueno de esas dos semanas no son tanto los resultados sino el proceso y todo lo que ha estado detrás de esos resultados. Me gusta reflexionar sobre mi victoria y disfruto la energía que he recibido del mundo del golf y de aquellos fuera del golf, créanme, ha sido increíble. Tenía 900 mensajes en mi teléfono y los voy a responder a todos.
Para serles honesto esto sigue resultándome increíble. De alguna manera dejas de creer después de nueve años, pero nunca dejé de levantarme temprano para trabajar duro. Tienes que mantener un camino y concentrarte en donde debe estar. Soy un gran trabajador y me encanta tener un propósito cada mañana y creo que eso es lo que hice.
Tengo dos tatuajes en los brazos que dicen “actitud” y “energía positiva” y, a veces, me olvido de mirarlos. Hay muchas cosas que no puedes controlar en la vida, pero supongo que estas dos sí puedes. Tienes que tener una buena actitud en la vida y, a veces, es más fácil decirlo que hacerlo. Y la energía, puedes llevarla no sólo a ti mismo sino a las personas que te rodean y eso es algo en lo que todos deberíamos esforzarnos.
Hubo obstáculos pero así es la vida. Desearía que mi pequeña Mia estuviera aquí con nosotros, pero no está y realmente está en un lugar mejor después de una larga batalla que no iba a ganar. Lo acepté. Convertimos esa tragedia en algo muy positivo con Mia’s Miracles. Mi esposa lee varios mensajes de personas a las que ayudamos con Mia’s Miracles todas las semanas y yo digo, hombre, si Mia estuviera aquí, no podríamos hacer esto.
A principios de año las cosas no iban muy bien e hice un pequeño cambio de swing. Nunca me han entusiasmado demasiado los grandes cambios de swing, pero confié en la persona con la que comencé a trabajar, José Campra, y me dijo que necesitabamos un año. Me alegro que haya sido menos que eso, ya que aquí estamos con un trofeo.
Curiosamente, nunca me sentí tan cómodo estando en la pelea como esas dos semanas. Es raro, incluso extraño. Cuando estaba en contención en el pasado, no tenía esta calma. Tengo que analizar qué fue lo que pasó e intentar replicarlo más a menudo. Creo que fui bueno reaccionando ante putts fallados o lip-outs. Había una calma en mí a la que no estaba acostumbrado antes.
Fue muy lindo que los jugadores latinos vinieran a celebrar conmigo en el green del 18. Supongo que también fue una venganza, ya que cuando Nico Echavarría ganó el Puerto Rico Open yo también lo bañé en champan y él me lo devolvió. Es genial que este año haya habido dos victorias para dos colombianos que crecieron en el mismo campo de golf en Medellín.
Le digo a mi esposa todo el tiempo que si hacemos las cosas de la manera correcta, la gente te mirará de manera positiva y te respetará. Creo que eso es lo que intento hacer. Disfruto estar cerca de los más jóvenes y compartir todo lo que he vivido. La vida se trata de experiencias. Suceden cosas buenas y malas y tratas de aprender de ambas. Yo también fui joven una vez y tuve amigos que me ayudaron a lo largo de mi carrera. Siempre quiero lograr más, pero estoy en paz con lo que ya he logrado. Ahora se trata de compartirlo con otros, especialmente con los chicos que representan nuestra región y que buscan hacer crecer el golf en Sudamérica.
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Admirable Camilo. Siempre he seguido sus triunfos desde que lo vi ganar a su tocayo Benedeti hace como 25 años en el club San Andres.