Terminó la FedExCup y el próximo gran evento para los jugadores del PGA Tour es la Ryder Cup que se jugará a fines de septiembre en las afueras de Roma. Hace un par de semanas quedaron definidos los 6 jugadores que clasificaron en forma automática por el ranking. Allí estaban: Scottie Scheffler, Wyndham Clark, Brian Harman, Max Homa, Patrick Cantlay y Xander Schauffele. Dos días después de terminado el torneo en East Lake, Zach Johnson, capitán de USA, dio a conocer los otros 6 que completan el equipo.
Mucho se había especulado sobre quiénes iban a ser los elegidos, pero todos coincidían en 3 nombres: Jordan Spieth, Colin Morikawa y Rickie Fowler tenían el pasaje a Italia asegurado. Spieth había terminado octavo en el ranking, Morikawa tiene el juego ideal para la cancha de Marco Simone en donde se necesita poner la pelota en juego y ser un gran jugador de hierros, y Fowler por su desempeño en los últimos tiempos. La discusión se centraba entre los que opinaban que Koepka debía estar en el equipo y los que sostenían que Koepka iba a ser una distracción y propaganda gratis para el LIV.
Lo primero que hay que entender es que la Ryder Cup no pertenece al PGA Tour sino que es propiedad de la PGA of America. Esta entidad es la que también organiza cada año el PGA Championship, en donde no solo los jugadores del LIV fueron bienvenidos, sino que uno de ellos se llevó el título: Brooks Koepka. Habiendo aclarado esto y yendo al tema de la propaganda, cosa que me parece una pavada, no tengo dudas que Koepka con su cara de poker y a la primera pregunta referida al LIV contestará algo de este tenor: “estoy aquí representando a Estados Unidos y no a un tour en particular”. Punto y final de la discusión. Si alguien después quiere usar la presencia de Koepka para promocionar su tour no será problema del jugador. El campeón del PGA Championship fue anunciado como integrante del equipo.
Quedaban dos lugares y allí aparecían Cameron Young, Keegan Bradley, Sam Burns, Lucas Glover y Justin Thomas como los favoritos para quedarse con esos dos cupos. Los 5 tenían méritos para ser elegidos, algunos por su historia y otros por su realidad. Me quedaba claro que el que menos chances tenía era Cameron Young. Nunca ganó en el tour y este año no fue ni cerca de bueno a lo que había sido su 2022. Con Young descartado quedaban 4 jugadores para dos lugares y Johnson se inclinó por Burns y Thomas, dejando afuera a Bradley que ganó dos veces en esta temporada, la última hace dos meses en el Travelers, y a Glover que triunfó dos veces en el último mes.
El caso de Burns tiene su sustento en el triunfo en el Match Play jugado en marzo pasado. Burns dio una exhibición allí y en el mismo formato de juego de la Ryder Cup, lo cual lo hacía un buen candidato. A esto hay que sumarle su gran amistad con Scottie Scheffler, lo que me hace pensar que jugaran juntos los dobles de los primeros dos días.
El caso de Justin Thomas es más complicado. Su última victoria fue el PGA Championship de 2022 y en la temporada que acaba de finalizar jugó muy por debajo del nivel que Thomas ha mostrado desde su llegada al Tour. No solo no ganó, sino que tampoco quedó entre los 70 de la FedEx que llegaron a los play off. Sus actuaciones en los majors fueron muy malas y en algunas rondas no pudo bajar el 80, como fue el caso de la primera vuelta en Royal Liverpool. Así todo Johnson confía en Thomas, en su liderazgo dentro del vestuario, en su fantástico récord tanto en la Presidents como en la Ryder Cup, y en la formidable pareja que hace con su gran amigo Jordan Spieth, pero como me enseñó un amigo hace muchos años, hay que estudiar historia no solo para saber lo que pasó sino para poder predecir lo que va o puede pasar.
En 1989 Curtis Strange ganó el US Open en Oak Hill, lo que fue la última victoria de Strange en el tour. Seis años más tarde la Ryder Cup se jugó allí y Lanny Wadkins, amigo de Strange, decidió incluirlo en el equipo como uno de sus dos picks. El resultado fue catastrófico no solo para Strange, perdió los 3 partidos en los que estuvo presente, sino que también fue decisivo en la definición. Wadkins colocó a Strange en uno de los últimos partidos del domingo y su jugador llegó 1up al tee del 16 contra Faldo. Strange no pudo hacer un par en esos últimos 3 capítulos y perdió su match en el 18. Estados Unidos perdió esa Ryder Cup y muchas de las críticas las recibió el capitán por haberlo elegido.
¿Hizo bien Wadkins en elegirlo aquella vez? Con el diario del lunes es fácil decir que no, pero de lo que sí estoy seguro es que no debió ponerlo en los últimos partidos. No había jugado bien los días previos y lo más lógico hubiera sido ponerlos en uno de los primeros 4 matches para que jugara con menos presión.
¿Pasará lo mismo en Roma a finales de mes? No lo sabemos todavía, pero puede ser muy duro para Thomas si no responde de entrada. Si juega mal o si falla algún putt de esos que ha fallado durante todo el año, será todavía peor para su confianza de ese punto en adelante. No quiero pensar que le quede un putt de dos metros en el 18 para definir su match el viernes a la mañana, porque si lo falla será muy malo para él, para el capitán y para Estados Unidos. El 1 de octubre a la tarde sabremos si Zach Johnson eligió bien.
Lucas Glover debe haber quedado dolido por que había jugado en forma notable estos últimos torneos, pero había quedado 16 en el ranking de la Ryder Cup. El caso de Bradley es bien diferente porque estaba dentro de los 12 y por qué su juego había sido lo suficientemente consistente a lo largo de la temporada como para merecer estar en el equipo. Alguna vez me quedé afuera de un equipo argentino para un mundial cuando claramente me tocaba ir y les puedo asegurar que la bronca me duró dos años hasta la siguiente edición. Me imagino que Bradley estará pasando por lo mismo en estos días.
La historia es que ya están los 12 que tratarán de defender la copa que ganaron en Whistling Straits hace dos años, pero que además intentarán ponerle fin a una sequía de victorias en Europa que lleva 30 años. Fue en The Belfry en 1993 y con Tom Watson como capitán que Estados Unidos logró vencer a Europa en su casa por última vez. No será fácil la tarea. La jugada de Zach Johnson fue arriesgada. Veremos cómo le sale.
Esta entrada tiene un comentario
Creo que todo se debe exactamente a lo que dice el título… “equipo de amigos”. Johnson ha demostrado que prefiere a los amigos por sobre los que lo merecen…..