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Top 5 ediciones favoritas del US OPEN

Top 5 ediciones favoritas del US OPEN

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En un campeonato como el US Open que tiene más de 120 años de historia, la tarea de elegir mi top-5 no es nada sencilla. Para reducir un poco la búsqueda voy a hacerlo con los disputados desde 1980 para acá por varias razones. La primera de ellas es porque más o menos desde ese año es que empecé a ver el US Open y a tener memoria de lo sucedido, mientras que la segunda tiene más que ver con la proximidad de los hechos. Nadie podría dejar fuera del top-5 al triunfo de Francis Ouimet en 1913 o la victoria de Bobby Jones en 1930 que significó la tercera etapa de su Grand Slam. Es por eso que voy a arrancar desde 1980, dejando en claro que los dos arriba mencionados deberían estar en cualquier ranking que se pueda elaborar acerca de los mejores US Open. Acá va mi top-5 y supongo que nadie tiene duda de cual ocupará el primer lugar.

5) 1980: Jack is Back

El anuncio lo decía todo en el gran tablero ubicado al costado del green del 18 de Baltusrol. Jack Nicklaus no había ganado un major el año anterior y eso era noticia por aquellos días. El “Oso Dorado” abrió con 63 para compartir la punta con Tom Weiskopf. Los 71 del segundo día lo dejaron con dos de ventaja sobre el japonés Isao Aoki, su compañero de juego de los dos primeros días, Keith Fergus, Lon Hinkle y Mike Reid. El sábado volvió a jugar con Aoki y luego de los 54 hoyos estaban empatados con Aoki en 6-bajo par. La paridad se rompió rápido el día final y Nicklaus sacó dos de ventaja terminados los primeros 9 hoyos. Baltusrol tiene la particularidad que los únicos par-5 que tiene la cancha son el 17 y 18. Llegaron al tee del 17 separados por dos y allí el japonés se dejó un putt de un metro y medio para birdie, mientras Nicklaus tiraba desde más de 6 metros. Una de las ovaciones más grandes en la historia del golf se escuchó cuando Jack embocó, algo que también hizo su oponente. En el 18 la situación era similar y Nicklaus volvió a embocar antes que Aoki. El green fue invadido por el público y Aoki tuvo que esperar un rato largo para que desalojen el green y así poder completar el campeonato.

4) 1982: “No la voy a arrimar. La voy a embocar”

La frase le pertenece a Tom Watson y fue dirigida a su caddie de toda la vida, Bruce Edwards. El US Open volvía a Pebble Beach y con una tercera ronda de 68 golpes Watson quedó igualado en la punta con Bill Rogers. Tres golpes atrás aparecían Jack Nicklaus tratando de ganar por quinta vez el US Open. El comienzo de Jack no fue bueno y estaba uno sobre par luego de los dos primeros capítulos, quizás los más fáciles del recorrido, pero a partir del 3 todo cambió. Nicklaus hilvanó 5 birdies consecutivos y el público enloqueció. Watson salvó un increíble par en el 10 y en el siguiente embocó un largo putt para birdie que lo dejó dos golpes delante de Nicklaus. El bogey de Watson en el 12 y el birdie de Nicklaus en el 15 volvió a dejar las cosas igualadas. Watson volvió a la punta con otro larguísimo putt para birdie en el 14, pero el bogey del 16 lo trajo de nuevo a un empate con Nicklaus. Este no había bajado el 18 y estaba viendo por televisión cuando Watson falló el green del 17 por la izquierda con su hierro 2 en un espeso rough. Luego de ese dialogo con Edwards, Watson produjo uno de los grandes chips en la historia del golf haciendo desaparecer la pelota en el hoyo, logrando el birdie que lo dejó solo al frente. Sin arriesgar llegó en 3 golpes en el par 5 final, para embocar otra vez y terminar ganando por dos su único US Open.

3) 2008: David frente a Golliath

Eran tiempos en que el US Open tenía el playoff a 18 hoyos el día siguiente a finalizado el campeonato. Esta vez los 90 hoyos no alcanzaron y Tiger Woods necesitó uno más para romper el empate con Rocco Mediate, en Torrey Pines.

Siempre dicen que hay que tener cuidado con el jugador que está enfermo, pero otra cosa es jugar el US Open con una fractura por stress. Caminar para Tiger esa semana no fue fácil, pero se las ingenió para llegar al día final con uno de ventaja sobre Lee Westwood y dos sobre Mediate. Esto gracias a un increíble putt para águila desde el fondo del green del 13, otra inolvidable embocada desde la pared del bunker en el 17, en donde al propio Woods le agarró un ataque de risa, y otro águila en 18 que dejó a todos con la certeza que el US Open no se le escapaba. El día final no arrancó bien para Tiger que anotó doble en el 1 y a partir de allí fue una batalla entre los tres. Mediate parecía en comando de la situación hasta el bogey del 15, luego cerró con tres pares y se quedó esperando. Westwwod y Tiger necesitaban birdie al último para forzar el desempate y fue el inglés el primero en jugar, pero su putt como tantas otras veces que tuvo la chance en los majors, no lo ayudó. El silencio era total mientras Tiger estudiaba su línea en un green bastante desparejo para esa hora de la tarde. Ni el propio Rocco esperaba que la errara y Tiger no decepcionó a nadie. David contra Golliath, solos en Torrey Pines para definir el US Open y luego de diez hoyos era Tiger quien tenía tres de ventaja. Todo parecía encaminado a una fácil victoria, pero lo impensado sucedió. Tiger anotó bogeys en el 11 y 12, ambos bajaron el 13, y cuando Mediate hizo birdies en el 14 y 15 quedó con uno de ventaja. Así llegaron al par-5 final y Rocco no pudo tirar en dos, mientras que Tiger acertó el green con su madera 5. Su birdie mandó esto al hoyo 91 y allí Tiger se quedó con el trofeo luego del bogey de Mediate.    

2) 2000: Una pelea despareja

Esta fue la frase que usó Roger Maltbie cuando vio a Tiger Woods alcanzar el green del par 5 del hoyo 6 de Pebble Beach desde el rough de la derecha con el hierro 6. La mayor exhibición en la historia del golf tuvo lugar del 15 al 18 de junio, misma fecha que la de este año, durante el año 2000. Era el centenario del US Open y Tiger se encargó muy rápido que ni hubiera campeonato. Los 65 del primer día lo dejaron en la punta por uno, mientras que los 69 del viernes lo pusieron con seis de ventaja sobre Thomas Bjorn y Miguel A. Jiménez. El sábado igualó el par (71) con un triple bogey en el 3 y la ventaja era de 10 golpes sobre Ernie Els, pero lo mejor estaba por venir. El domingo firmó un 67 sin hacer ni un solo bogey para ganar por 15 sobre el sudafricano y Jiménez. Fue el año en el que Jack Nicklaus le dijo adiós al US Open y fue también el año en donde el campeón defensor no estuvo presente. Payne Stewart había ganado en Pinehurst el año anterior y en octubre falleció en un accidente aéreo. Un emocionante homenaje tuvo lugar el miércoles en el fairway del 18 con palabras de su mujer y de su gran amigo Paul Azinger. El final del domingo fue el reconocimiento a una tarea casi perfecta de un hombre que se encaminaba a ganar cuatro majors en forma consecutiva. Tiger arrasó en una pelea, que como dijo Maltbie, fue despareja.

1) 2007: El Sueño 

La historia del US Open de 2007 comienza para Ángel Cabrera un mes antes. Cabrera viajó a Ponte Vedra para jugar el Players, ya que a pesar de que el cordobés no era miembro del PGA Tour por aquellos días, al ser top-50 del mundo estaba invitado al Players. Llegó el fin de semana anterior y empezó a practicar, pero grande fue la sorpresa cuando el lunes llegó al club y se enteró que no jugaba. El motivo era que Cabrera había salido de los top-50 y no tenía un lugar en el campeonato. Sin saber muy bien que hacer y sin un lugar para practicar se fue a Houston a ver a Charlie Epps, con quien recién empezaba su relación. De ahí partió a Europa y su top-5 en Wentworth lo hizo aparecer dentro del top-50 el lunes en donde cerraba el ranking. Solo por eso Cabrera jugó el US Open ya que no estaba anotado para jugar la qualy. Se volvió a Córdoba y llegó a Oakmont C.C. el lunes del campeonato. El martes salió a jugar y para cuando estábamos en el tee del 12 llevábamos casi 4 horas en la cancha. Digo llevábamos por que junto con Silvia íbamos caminando con él. Ese hoyo está muy cerca del house y Cabrera decidió no seguir jugando. El miércoles volvió al tee del 12 y completo lo 7 hoyos que le quedaban, para luego internarse en el putting green y tratar de encontrar el toque justo para lo que muchos consideran los greens más difíciles del mundo.

Evidentemente lo encontró porque esa semana hubo solo siete rondas bajo par en todo el campeonato y Cabrera logró dos de ellas. Los 69 del primer día lo dejaron a un golpe de Nick Dougherty, pero el viernes trepó a la punta con 71. Los nervios del sábado pesaron y firmo 76 para quedar a cuatro de Aaron Baddeley. El australiano abrió con triple el día final y nunca más fue factor. La pelea estaba entre Cabrera, Woods y Furyk, quienes ocupaban los dos primeros lugares en el ranking mundial. Luego de hacer par en los primeros nueve Cabrera estaba igualado con Woods, pero birdies en el 11 y 15 lo dejaron con dos de ventaja sobre Furyk, que anotaba 3 birdies seguidos del 13 al 15 jugando detrás del cordobés, y tres sobre Tiger. Equivocó la caída en el putt del 16 y se fue con bogey, apenas se pasó del green en el 17 y apareció otro bogey más que lo dejó igualado con Furyk, pero en el 18 llegó el golpe del campeonato. Su drive fue una bomba de esas que solo unos pocos podían pegar y con un wedge puso la pelota en el green para anotar el par y 69 en la ronda. Atrás Furyk hacia bogey en el 17 y no pudo bajar el 18 para perder por un golpe por segundo año consecutivo. Solo quedaba Tiger y por aquellos días el 1 era infalible a la hora de definir. Se dejó el mismo putt que Cabrera en el último y por suerte jugó mas caída. Cabrera ganaba el US Open y el sueño de un major se hacía realidad.

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