Fue una fiesta en el Olivos Golf Club. El día no pudo ser más perfecto, el público se volcó en forma masiva, tanto que no recuerdo esa cantidad de gente en una ronda final de un abierto en donde no hubiera un jugador local prendido en la definición.
Había pasado el mal tiempo, el sol brilló sobre la cancha y el viento que sopló fuerte por la mañana fue decreciendo con el correr del día y las condiciones volvieron a ser perfectas. Todo estaba dado para que el festival de birdies siguiera, pero era domingo y la presión en los grupos finales apareció ni bien pegaron en el tee del 1.
El líder jugaba su segundo torneo en el Korn Ferry Tour y en el primero no había pasado el corte. Había establecido un nuevo récord para los 54 hoyos y el grandote de South Dakota parecía encaminado a una de esas historias de Hollywood. No fue así y dos bogeys cayeron de forma rápida y lo sacaron de la punta. Asi hubo varios nombres que se treparon a lo más alto hasta que Mason Andersen entró en un túnel de esos que le suceden a los jugadores muy de vez en cuando.
Hizo 8 birdies en 9 hoyos a partir del hoyo 7 y se prendió en la definición. Embocó un gran putt para birdie en el 18, firmó 63 para un total de 263 golpes, lo que es un nuevo récord para el campeonato (Miguel Fernández había ganado con 264 en Hurlingham en 1988). Andersen se sentó a esperar con el grupo final llegando al hoyo 14. Kris Ventura tuvo una gran chance en el 15 y la dejó pasar, mientras que Holmgren, líder luego de tres días, se había recuperado y con birdie en el 16 llegaba a igualar la punta. Ventura también bajaba el 16 ahora eran tres los líderes.
Cualquier de ellos que terminara par/birdie (el 18 es un par 5 muy accesible) se iba a quedar con el campeonato, pero el noruego falló el green por la derecha, mientras que Holmgren se dejaba un largo putt para birdie. Al revés de los pronósticos Ventura salvo el par y Holmgren necesito 3 putts. Todo en favor del noruego que partió el fairway y con su segundo golpe alcanzó el green. Holmgren por su parte necesitaba águila el 18 y también llegó en dos al green del par 5. El norteamericano no solo no embocó, sino que se volvió a tomar tres putts para caer al quinto lugar. Todo estaba listo para coronar a Ventura, pero se pasó apenas más de un metro con su primer putt y no pudo embocar el segundo. Play Off.
Volvieron Ventura y Andersen al tee del 18 y ambos jugaron el hoyo en 4 golpes. Otra vez al tee del hoyo final y ambos erraron el green con Ventura en el bunker corto y Andersen detrás del bunker de la derecha luego de pegarle a la tribuna con su segundo golpe. Jugó primero el norteamericano y con un delicado toque dejó la pelota casi dada. Ventura, que tenía una sacada larga, le dio una limpia que terminó pasado del green, desde donde volvió a pegar mal, solo para embocar su chip para par. Todo listo para que ganara Andersen y este no falló desde 80cm.
El sentimiento de todos fue el mismo. La organización local, la gente del tour quedaron más que satisfechos con el campeonato y el público con su presencia confirmó que la edición 117 del Visa Open de Argentina había sido un éxito. Mason Andersen fue el más contento.
El ganador no podía ocultar su felicidad y cuando le tocó hablar fue elocuente: “No hablo español. Pero TE AMO ARGENTINA”.