Se terminó el turismo y el foco está puesto en la edición 151º del Open. Tal cual decía el pronóstico, amaneció feo, pero ya a media mañana salió el sol y así quedó durante toda la tarde. El viento sopló con la misma intensidad que se espera para los primeros días, algo que les vino bien a los jugadores que el martes habían experimentado el viento opuesto.

El programa pintaba bien por que Mateo Fernández de Oliveira iba a jugar solo la ida a eso de las 11, Joaquin Niemann a eso de las 12.45 por el 10 y Grillo detrás del chileno. Caminé los primeros 9 con Mateo, que jugó con Moore y Gooch. Lo vi pegando bien y ya tiene todo listo para comenzar el Open este jueves. Les decía en una anterior entrega que vino con el caddie que le llevó en Puerto Rico cuando ganó el LAAC, que sus padres están con él como cada major y su novia completa el equipo de Mateo. La ilusión intacta para tratar de cerrar su carrera de amateur en un punto alto.

Con Grillo pude caminar por dentro de las sogas para poder darle un vistazo a la cancha desde bien cerca. El argentino jugó con los franceses Romain Langasque y Antoine Rozner,  y completando el grupo estuvo Joost Luiten de los Países Bajos. No tocamos el tema futbol por razones obvias, aunque no nos faltaron ganas. Grillo está pegando bien, con un caddie nacido en Manchester, el mismo caddie que le llevó cuando ganó en Colonial, y luego de terminar salió disparado al day care en donde lo esperaba el pequeño Andre. Es fabuloso ver cómo le cambió la actitud a Grillo desde que es padre. Ahora cada vez que un chico le pide un autógrafo no duda en parar y firmarlo, lo vimos mientras esperaba por el desempate en Colonial cuando hizo entrar a esos dos niños a pegar unos golpes. Le gusta la cancha, le tocó un grupo importante y eso lo hace sentir bien.

A Niemann lo iba viendo desde atrás y lo observé pegando muy bien desde el tee, lo que es muy importante en cualquier cancha del Open. Solo resta saber cómo está su ritmo de competencia para enfrentar un gran campeonato

Por último, Ancer viene de jugar dos semanas en Europa. Primero en Valderrama y después en Londres. La semana previa al Open viajó a Barcelona para trabajar con su profesor de putter, Ramón Bezcansa. A la vuelta se dedicó a visitar algunas canchas del Open para ir acostumbrándose a este tipo de trazados. Royal Lytham, Royal Birkdale y Royal St.Georges fueron algunos de los campos que visitó el turco, lo cual es una gran preparación para el Open.

La cancha la dejé para el final. Royal Liverpool es una de esas canchas que no tienen ningún hoyo que se destaque por sobre el resto, que no tiene ningún hoyo que a los jugadores no les guste, que es la segunda mas larga de la rotación detrás de Carnoustie y que te exige pegar todos los golpes. A diferencia de 2006 cuando estaba bien amarilla por la tremenda sequia, la lluvia caída estas últimas semanas la ha puesto mas verde y mas lenta, lo cual la hará todavía mas larga, pero más previsible desde el tee para los jugadores. Muchos de sus bunkers alrededor de los greens son con leve pendiente hacia abajo y eso hace que las chances de quedar cerca de la pared sean más grandes.

Todos esperábamos con ansias ver el nuevo hoyo 17 y en mi opinión el nuevo par 3 es mucho mejor que el anterior. Unas 137 yardas con el green elevado con referencia al tee de salida, con un green de mediano a chico en términos de su superficie, pero que no te perdona si lo fallas, especialmente cuando el error es por corto o por la derecha. Profundos bunkers desde donde solo se ve el trapo de la bandera harán el golpe de recuperación extremadamente difícil. Si el viento predominante en Hoyalke se mantiene, el 17 jugará viento en contra y el bunker enfrente del green verá mucha acción. Solo hay algo que no me convence de esta cancha y es que el 12 y 14 son muy parecidos. No seria nada si estuvieran en diferentes partes del recorrido, pero tan seguidos no parece una buena idea. El par 5 final, era el 16 cuando ganó DeVicenzo, tiene un nuevo tee de salida y con mas de 600 yardas requiere de dos muy buenos golpes para llegar en dos. El fuera de límites está muy cerca durante todo el hoyo por el lado derecho y entra en juego en ambos golpes.

Me gusta Royal Liverpool, hoy mucho mas que las primeras veces que vine aquí. No es espectacular como Turnberry, pero solida como Royal Birkdale del 1 al 18 y una prueba durísima si el viento aparece.

No hay más tiempo para prepararse y el Open está con nosotros. El jueves a partir de la 1.30 AM hora del este de Estados Unidos empezamos una maratón de 12 horas con la edición 151º del Open. Los esperamos por la pantalla de Golf Channel Latinamerica con muchísimo golf desde muy temprano. Joaquín Estevez y yo nos sumaremos a las 10.30 AM para llevarles toda la acción de los latinos que juegan los cuatro por la tarde.