No hay dudas que Quail Hollow Club es el mejor lugar para que Rory McIlroy haga su regreso al PGA TOUR. Allí ha ganado tres veces el Wells Fargo Championship y dos veces estableció el récord del campo. Allí ganó su primer título del PGA TOUR en 2010, luego ganó por siete golpes cinco años después y es el último ganador en Quail Hollow, ya que el año pasado no se jugó allí para preservar el campo para la Presidents Cup.
Esta semana, McIlroy vuelve al golf luego de fallar el corte en Augusta National, donde una vez más las expectativas por completar el Grand Slam afectaron su juego y lo frustraron.
“Fue horrible”, dijo McIlroy sobre el Masters. Tan malo fue que el norirlandés se retiró del RBC Heritage de la semana siguiente, perdiéndose un nuevo evento designado del Tour lo que le costó una sanción económica.
“Creo que siempre pensé que tenía un buen manejo y perspectiva de las cosas y de dónde encaja el golf en mi vida”, dijo este martes, “pero creo que en los últimos 12 meses había perdido de vista eso y había perdido de vista el hecho de que hay más en la vida que el mundo del golf. Estas tres semanas me sirvieron para volver a recuperar esa perspectiva, y una vez que me desconecté pude ver las cosas un poco más claras y ver dónde encaja todo dentro de mi vida”, dijo quien cumple 34 años este jueves.
“Eso es lo que espero seguir adelante… entender que hay otras partes de mi vida que también son importantes”, dijo el ganador de 23 títulos en el PGA TOUR.
“Honestamente, pensé que iba a tener el mejor Masters de mi vida”, dijo McIlroy, quien terminó segundo en el Masters del año pasado. “pero esa no es la mentalidad correcta, uno tiene que tener la mente en el presente y así me fue”.
McIlroy contó que no tocó un palo durante más de dos semanas después del Masters, que estuvo de viaje y que utilizó estas tres semanas para desconectarse y volver a enfocarse. Y Quail Hollow es el lugar perfecto para hacerlo. Tres victorias y otros cinco top-10 hablan por sí solos.