Entramos en la semana del tercer major del año y este es uno que tiene un significado muy especial para mí por dos motivos bien distintos.

El primero de ellos es que el US Open cae generalmente en la semana de mi cumpleaños y casi siempre me ha tocado festejarlo lejos de mi casa. Esta vez cayó hoy lunes 12 de junio y es por eso que esta primera entrega es desde mi casa ya que decidí viajar el martes a Los Ángeles para poder festejar con Connie y los chicos.

El segundo motivo es que el US Open fue siempre mi torneo favorito para transmitir, solo igualado quizás por la Ryder Cup. Esto probablemente los sorprenda porque todos ustedes saben de mi pasión por el Masters, pero acá me refiero a otra cosa. El Masters seguirá siendo siempre mi semana preferida de cada año y solo lo iguala el Open en St.Andrews, pero para sentarme en una cabina, ponerme los auriculares y analizar el juego no hay nada mejor que el US Open.

El motivo es bien sencillo. Son muchas las canchas por donde el campeonato rota y de vez en cuando llegamos a una como Los Ángeles C.C. que jamás nadie ha jugado. En el Masters todos sabemos dónde y cuándo van a pasar las cosas, sobre todo el domingo. En el US Open todo es nuevo, el desastre llega en cualquier momento de la ronda, el par tiene muchísimo valor y ver a los mejores del mundo tratar de descifrar una cancha que no conocen y pelear esos pares es algo apasionante.

Habiendo hecho esta introducción, les dije que este lunes lo pasaré en mi casa y es tiempo de hacer la valija. Para mi sorpresa la temperatura durante la semana en Los Ángeles será más baja de lo que esperaba, con mínimas de 17 y máximas de 25 para todos los días, casi con 0 probabilidades de lluvia. Esto quiere decir tres cosas: valija fácil de armar, fairways muy rápidos y greens que se irán poniendo más duros con el correr de los días producto del sol que se hará presente durante toda la semana.

Para ir metiéndonos en tema con este US Open es bueno saber un poco de la historia de este Los Angeles C.C. que tiene sus orígenes allá por 1897. En aquel año cuatro residentes de la ciudad se reunieron para crear Los Ángeles Golf Club y compraron unos 16 acres en donde construyeron los primeros 9 hoyos con una extensión de 1900 yardas.

Junto a estos cuatro estaba el presidente de un banco de la zona que le escribió a varios clientes para que se unan al club pagando un fee de ingreso de 5 dólares y de 2,50 para las mujeres. El primer día de golf fue el 18 de diciembre de 1897 y un año más tarde fue cambiado el nombre por el de Los Ángeles Country Club.

Tanto fue el éxito del club que los 9 hoyos estaban siempre ocupados y entonces se decidió la construcción de 9 más a una milla de donde estaban los primeros. Siguió el suceso y entonces hubo que pensar en un solo sitio más amplio. Adquirieron  un terreno de 100 acres en donde se construyó una cancha de 18 hoyos, pero fue recién en 1911 cuando el club encontró su lugar definitivo. El 30 de mayo de ese año se mudaron a un predio de 320 acres en Wilshire Blvd. y allí en 1927 George Thomas, mismo diseñador de Riviera, se encargó de darle la forma final a la cancha Norte. Herbert Fowler fue quien dibujó y construyó la cancha original, pero fueron tantas las críticas de los jugadores durante el LA Open de 1926 que se decidió llamar a Thomas para que la rediseñe.

Hoy el club está situado en un pedazo de tierra en el centro de Beverly Hills y el terreno está valuado en 3 mil millones de dólares. El club siempre mantuvo un muy bajo perfil y las celebridades de Hollywood nunca fueron admitidas como miembros, a pesar que Bing Crosby tenía una casa sobre el fairway del 14 y la Mansión de Playboy estaba sobre el green del 13 y el tee del 14. El tiempo le dio lugar a algún famoso y hoy Fred Couples es socio del club y el presidente Ronald Reagan todavía tiene el locker con su nombre en el vestuario de caballeros.

Siguiendo con la misma política de admisión de socios, el club también siempre se resistió a tener grandes campeonatos, pero la USGA insistió y luego de llegar a un acuerdo para jugar el US Open este año, ambas partes coincidieron en que era oportuno tener un evento algunos años antes. Así en 2017 se jugó la Walker Cup, el match entre los mejores amateurs de Estados Unidos frente a Gran Bretaña e Irlanda.

Si se preguntan qué cancha van a encontrar los jugadores, solo puedo decirles lo que vi y escuché de los jugadores en Golf Channel. Todos coinciden en que el rough está brutalmente difícil y que cada par se va a festejar, pero recién el martes les podré contar con mayor detalle. Por ahora es tiempo de hacer la valija y preparar todo para un nuevo major.