Terminé de jugar el domingo en Wentworth y en el auto emprendí el viaje de 4 horas a Manchester. La idea era dormir allí para buscar por el aeropuerto bien temprano el lunes a dos amigos y poner proa a la casa que nos servirá de alojamiento durante el Open.
Cuando hice la reserva del hotel busqué algo cerca del aeropuerto y la web me mostró uno llamado Hotel Futbol Old Trafford. El precio estaba más que bien y el nombre del hotel me tentó. Manchester United fue siempre uno de mis equipos favoritos en Europa y la oferta parecía interesante. La sorpresa fue grande cuando llegué y vi que el hotel está en el mismo terreno que el mítico estadio y que desde el lobby hasta la puerta de la cancha había solo 30 metros. Lamentablemente estamos fuera de temporada en la Premier League, de allí el precio de la habitación, y como era tarde ya el museo como la visita al estadio estaban cerradas. La vista desde el cuarto a la cancha era fabulosa y de solo imaginar eso un domingo con partido se me ponía la piel de gallina.
Todo el hotel decorado con fotos de futbolistas de todas las épocas, los caramelos para los chicos son pelotas de futbol en miniatura y los artículos del baño están envasados en forma de camisetas con los números de los jugadores. Una buena experiencia, que, si les gusta el futbol, vale la pena hacer.
Luego de levantar a mis amigos por el aeropuerto fuimos hasta la casa donde nos esperaba el dueño para las instrucciones finales. Hoylake, la localidad donde esta Royal Liverpool Golf Club, es el típico pueblo inglés en las afueras de una gran ciudad. Un muy buen centro comercial con restaurants y todo lo que se necesita, poco tráfico y perfecto para la semana del Open. El supermercado fue la siguiente parada y todo listo para encarar la acreditación en la sala de prensa, pero surgió el primer y clásico problema: imposible encontrar el parking de prensa. Increíblemente no estaba muy bien señalizado y nos costó algo de trabajo, pero finalmente lo logramos. De allí un mini bus nos dejó en la entrada del club y la acreditación llevo cinco minutos.
El primer día oficial de práctica tuvo de todo. La mañana llegó con tormentas fuertes, tanto que tuvieron que sacar a los jugadores de la cancha por electricidad en el aire. Esto se repitió durante toda la primera parte del día hasta que finalmente salió el sol para una tarde perfecta. Temperatura de menos de 20 grados y algo de viento, a favor en el 18 para lo que se acuerdan de los Open anteriores. Por suerte, lo peor nos tocó arriba del auto y la tarde sirvió para un primer reconocimiento.
El putting green del club es como si fuera el jardín de la casa y allí encontré a Mateo Fernández de Oliveira disfrutando de su última semana como amateur. Llegó a Inglaterra el martes pasado y estuvo jugando diferentes canchas en los alrededores de Londres, incluida Royal St.Georges. Me parece una buena preparación, primero para llegar al campeonato con el cuerpo ya acostumbrado al horario, y segundo porque los links del Open requieren de una preparación diferente. No les voy a decir que son dos juegos distintos, pero poco tiene que ver la forma como se juega aquí que con lo que Mateo está acostumbrado a enfrentar en Estados Unidos. Hay días en los que mirar el libro de yardas tiene poco sentido por que quizás de 200 yardas haya que pegar con el wedge y al hoyo siguiente desde la misma distancia no se pueda alcanzar el green.
Para Fernández de Oliveira será una semana especial porque es su primer Open, porque debe tener muchísimas ganas de jugar las 4 vueltas y por qué sabe que puede hacerlo. No jugó mal en Augusta ni en Los Ángeles, pero no jugó muy bien, y sabe que para estar el fin de semana deberá jugar a su máximo nivel. Esta aquí con sus padres, su novia y el caddie que le llevó cuando ganó en el LAAC.
A los demás latinos no los pude encontrar y eso quedará para el martes a la tarde y el miércoles, por que mañana temprano parto para Liverpool a una parte del viaje que estoy esperando desde hace tiempo: Turismo Beatle se llama la mañana del martes. Museo, tour, Penny Lane, Strawberry Fields y demás cosas me esperan. Solo estuve en The Cavern un par de veces, pero nunca hice el resto y mañana será el día. En el diario de mañana se los cuento.
Esta entrada tiene 2 comentarios
PACO
No te olvides de visitar el museo de los Beatles y te recomiendo rentes un TAXI BEATLES que es mucho mas detallado y te hace vivir la mejor epoca de la musica rock.
Gracias Paco por estas reseñas, me imagino estar ahí, debe ser indescriptible. Abrazo grande y espero la nota de mañana.