Hoy me declaro viuda de Succession, serie que finalizó hace dos semanas cerrando con total éxito en su cuarta temporada. Para los que no la conocen, esta es una comedia negra inspirada en un famoso empresario de las comunicaciones, donde se mezclan negocios, política, conflictos familiares, intrigas corporativas, entre otras, entregándole al espectador la mezcla perfecta que te deja deseando saber más de lo que pasó.
Al conocer ayer el golpe noticioso de CNBC -un medio financiero- de la fusión del PGA Tour, DP World Tour y el Liv Tour a través del PIF, y que dejo helados al mundo del golf, no dejé de encontrar cierto parecido con el éxito televisivo. Como una mascota al que le vamos entregando galletas de a poco, las noticias y los entretelones se van dilucidando en las redes como gotas que van rellenando un vaso.
Repasemos lo que sabemos hasta hora:
Las negociaciones llevan 7 semanas, donde en Londres se han juntado a almorzar y jugar golf, por supuesto, en varias oportunidades. Me estoy imaginando a los protagonistas de las mismas, subiendo y bajando de jets privados y aterrizando en aeropuertos pequeños a las afueras, cerca de las canchas de golf, con un ejército de ayudantes que suben y bajan equipaje, donde los SUV negros los esperan para transportarlos.
Un inversionista poderoso, el PIF, quiere comprar a cualquier precio -al igual que en la serie-, y una Corporación -el PGA Tour – DP Tour- que necesitan vender al mejor precio o buscar fondos frescos a la brevedad. Hay conflictos legales, muchas demandas en juego, ya sea de prácticas anti competencia, de manejo de información, de interferencia política, de discriminación y difamación, entre otras.
Además, hay un hijo que pensó que estaba a la cabeza, Greg Norman, pero le duro poco y se enteró por la prensa que no está considerado en el nuevo esquema, a lo que se suma un CEO muy ambicioso, que está cuidando su trabajo y que no le importaría que lo trataran de hipócrita con tal de sobrevivir.
Solo nos están faltando los otros hijos en este enredo -los jugadores- quienes no han dicho la última palabra, están indignados y se sienten traicionados, muchos declararon que esta fusión es como una acuchillada por la espalda.
Con todo, esto se pone cada día mejor, hemos escuchado explicaciones de lo “inexplicable” por parte de los entes rectores del golf mundial, y la rabia transformada en valentía de algunos jugadores. Claramente faltan capítulos y mucha información, así que me imagino que más de una productora estará pensando en hacer una serie porque el guion está y se pone mejor a medida que pasan los días.
Yo que pensaba que no habría nada interesante para ver, me equivoque radicalmente, y al más puro estilo de Succession, estaré esperando el desenlace de esta temporada de la fusión PGA – DP World y Liv Tour. Esperemos que algo bueno salga de aquí.