El nuevo Sistema de Hándicap Mundial (“WHS”) permite que se califiquen los campos desde distintas áreas de salida para damas y caballeros y que el hándicap de juego se ajuste en función del área de salida que se use.

Por Jorge De Rose y Ricardo Ramírez Calvo. Los jugadores deberían elegir el área de salida que mejor se ajusta a sus habilidades y considerar especialmente la distancia que alcanza el jugador con sus golpes. Es importante destacar que los jugadores pueden competir en una misma competición jugando desde distintas áreas de salida. A diferencia del sistema de hándicap anterior, dado que el WHS ajusta el hándicap de juego en función del área de salida desde la que juega cada jugador, todos compiten en igualdad de condiciones, aunque lo hagan desde distintas áreas de salida.

En nuestro país, el hándicap promedio de un golfista masculino es 20.85 y el hándicap promedio de una golfista femenina es 29,22. Es decir, que la mayoría de los golfistas encuentra el deporte adecuadamente desafiante, sin que el campo tenga que ser excesivamente largo.

Históricamente, la mayoría de los campos de golf utilizaba colores que tradicionalmente se asociaban con categorías de hándicap. Por ejemplo, el azul se asociaba con la categoría scratch y hasta 9, el amarillo de 10 a 16, blanco de 17 a 36 y rojo para damas. Como resultado, se ha instalado un erróneo concepto de que las áreas de salida son fijas dependiendo del hándicap del jugador. Por ejemplo, hay una resistencia entre los caballeros a utilizar las áreas de salida más cortas, porque erróneamente creen que eso significa utilizar los tees de damas.

Sin embargo, ni la ubicación ni el color de las marcas de las áreas de salida determinan si estas corresponden a un determinado hándicap o a damas o caballeros. Una forma de desterrar esta idea y aprovechar la enorme flexibilidad que da el WHS, es que los comités permitan que los jugadores elijan libremente las áreas de salida desde las que prefieren jugar. Las categorías rígidas deberían evitarse en la medida de lo posible y solamente utilizarse excepcionalmente en competiciones especiales (ej. campeonato del club, gran premio). Además, los clubes pueden ayudar a erradicar la creencia de que los tees delanteros son exclusivos para damas reemplazando el color rojo por uno diferente. Un ejemplo de ello es el Hurlingham Club, en esos tees delanteros son de color negro.

En algunos países incluso se han dejado de usar colores para definir las distintas áreas de salida y se las diferencia mediante la referencia a la distancia total del campo desde cada área de salida. Así, por ejemplo, las áreas de salida identificadas con el número 60, hacen referencia a que desde esas áreas la distancia total del recorrido es de 6000 yardas, las que se identifican con el número 56 son las que tienen una distancia total de 5600 yardas, etc. Esta es una excelente opción para comenzar a dejar atrás la tradicional rigidez de nuestro viejo sistema de hándicap y adaptarnos a las enormes ventajas que representa el WHS.

Los jugadores deberían ser conscientes de las distancias promedio que alcanzan con sus golpes de salida y utilizar las áreas de salida que mejor se ajustan a esas distancias. Los golfistas tendemos a exagerar la distancia que alcanzamos con nuestros golpes de salida y por eso elegimos áreas de salida que no se adaptan a nuestras habilidades. Para eso es imprescindible despojarnos de nuestros egos.

De acuerdo con un estudio realizado a nivel mundial que incluye a jugadores de todos los niveles de juego, la distancia promedio alcanzada con el driver para jugadores masculinos no supera las 215 yardas. A los efectos de la calificación de los campos, se considera que el jugador bogey (es decir, la abrumadora mayoría de los jugadores) alcanza con el driver una distancia de 180 yardas de aire y 20 yardas más de corrida.

La siguiente tabla ilustra las yardas recomendadas que debería tener el campo en función de la distancia que alcanza cada jugador con el drive:

La tendencia a exagerar la distancia que alcanzamos con nuestros golpes de salida hace que juguemos campos más largos de lo que deberíamos, añadiendo innecesariamente dificultades al golf. Además, jugar campos más largos hace que las vueltas sean más largas. Jugar un recorrido más corto insume menos tiempo de juego y hace más agradable el juego para la gran mayoría de los golfistas. En la actualidad, el tiempo es algo que no sobra y la duración de las vueltas hace que muchas personas se alejen de nuestro deporte El enorme acierto del WHS es que nos permite jugar campos más cortos en igualdad de condiciones por el ajuste de nuestro hándicap de juego.

No debe perderse de vista que un golfista que termina contento su ronda, es un golfista que tendrá muchas ganas de volver a jugar. El objetivo es atraer nuevos jugadores a nuestro deporte, lo cual generará un beneficio para los clubes. Queremos más golfistas que disfruten, se diviertan y que jueguen más vueltas.

Fuente: Asociación Argentina de Golf – https://www.aag.org.ar/eligiendo-las-areas-de-salida-adecuadas/