Un 9 de abril de 1957 nacía en Pedreña, España, uno de los grandes genios que ha dado el golf. Quizás el más genio de todos. No fue el mejor de la historia del golf europeo, pero sí fue quien con su carisma y personalidad comenzó la revolución más importante en el golf del Viejo Continente, que tuvo su máxima expresión en la Ryder Cup. Severiano Ballesteros tuvo un romance muy especial con Augusta National G.C. y también tuvo sus desencuentros. Fue en 1980 el ganador más joven del Masters, título que repitió tres años mas tarde. Todo era color de rosas con el romance, pero en 1986 y 87 sufrió dos derrotas que lo marcaron para siempre.
En el día en que Seve habría cumplido 66 años otro español comienza su idilio con Augusta. Jon Rahm está llamado a hacer cosas muy grandes en el golf mundial. Desde que llegó a la Universidad de Arizona sin hablar una palabra de inglés, pero con la íntima convicción que iba a triunfar en este país, Rahm hizo todos los pasos correctos y hoy está en la cima del mundo. Arrancó el año en forma espectacular y no había terminado febrero que ya había anotado tres victorias. Algo muy similar a lo hecho por Scottie Scheffler en 2022, pero Rahm llegó a Florida y su juego se apagó. En alguna transmisión nos preguntábamos si no había gastado ese buen momento fuera de tiempo, pero la respuesta la tuve el miércoles pasado. Nacho Gervas fue un gran amateur español, un poco más joven que yo, pero que nos conocemos desde hace más de 30 años. Al igual que yo, él comenta para la televisión española y nos encontramos debajo del famoso árbol antes de empezar el Masters. Cuando le hice el comentario me respondió de inmediato. “Jon era conciente que eso podía pasarle, pero su mente estaba puesta en Augusta. No te voy a decir que jugó mal a propósito, pero dejó descansar la mente en los torneos de marzo para llegar aquí de la mejor manera”, me dijo Nacho que conoce bien a Rahm. No sé si un jugador del nivel de Rahm se anima a hacer esto, pero lo cierto es que le funcionó.
La cuestión es que hoy volvieron junto a Koepka al hoyo 7 para completar la tercera ronda. Mencionaba en un twit que si ambos jugaban bajo par todo se reduciría a un mano a mano entre ambos, pero nada les salió bien en esos últimos hoyos de la tercera ronda. Los dos firmaron 73 y allí aparecieron los nombres de Hovland y Cantlay que se acercaban luego de buenas rondas. A la tarde ninguno de ellos fue factor, pero otros nombres se sumaron a la pelea.
Jordan Spieth y Phil Mickelson jugaron juntos y les puedo asegurar que ninguno quería perder con el otro. Se fueron potenciando y parecía que Spieth iba a ser el protagonista, pero el zurdo anotó 5 birdies en los últimos 7 hoyos, firmo 65 en la ronda final y puso -8 en el tablero cuando el grupo final llegaba al tee del 10. No parecía suficiente, pero ya sabemos lo que puede pasar en los últimos 9 del Masters el domingo. Extraordinario lo de Mickelson que llegó aquí jugando muy mal, pero que su actuación lo transformó en el jugador de mayor edad en lograr un top 5 en el Masters. Para Spieth quedó el sabor amargo del bogey del 18, que lo dejó a uno de Mickelson, pero que le dio su sexto top 5 en 10 presentaciones en Augusta.
Los lideres no se lucieron en el comienzo, pero rápido se vio que Koepka no era el de los primeros días. Ya para cuando llegaron al tee del 7 el torneo estaba igualado, el birdie de Rahm en el 8 lo puso al frente por primera vez y en el 9 creo que fue el momento clave. Rahm pego un mal segundo, Koepka no aprovechó la situación, ambos se fueron con bogeys y Rahm sintió que había zafado.
Los últimos 9 hoyos fueron más de lo mismo, Koepka subió el 12 y recién anotó el primer birdie del día en el 13, pero el español también bajó el par 5 y anotó otro más en el 14. A partir de allí jugó con mucha cautela para llegar al tee del hoyo final con 4 de ventaja. Hubo un momento de nervios cuando su golpe de salida salió a la izquierda, pero el rebote lo favoreció y terminó salvando el par y ganando por 4.
Una gran victoria en un día muy especial. José María Olazábal lo estaba esperando a la salida del green del 18 y ambos se abrazaron. Seguramente ambos se acordaron de Seve. El genial español que marco el camino de Chema, Sergio y ahora de Rahm.