En el momento que apareció el video de Tiger Woods haciéndole de caddie a su hijo Charlie a todos nos quedó claro que la vuelta a la competencia no estaba muy lejos. Si a esto le sumábamos que el field del Hero Challenge tenía todavía lugar para un invitado más, la incógnita era fácil de resolver. Había muchas chances que Tiger volviera a jugar, y lo hizo hace pocos días en Bahamas.

Perdí la cuenta de cuantos regresos ha tenido Tiger Woods en los últimos 14 años, pero cada uno de ellos ha despertado la curiosidad de todos. Aquel “accidente” doméstico que tuvo cuando su exmujer le estalló el vidrio de atrás de su camioneta dentro de Isleworth fue el primero de los descansos obligados que se tomó Tiger. A ese episodio se le sumó en 2014 su primera operación de espalda, a la que siguieron varias más, su rodilla, que nunca terminó de curarse después de su primera operación cuando solo tenía 18 años, y por último, el brutal accidente que casi le cuesta la vida en febrero de 2021 y del que muchos pensamos no lo dejaría volver a jugar, pero el hombre está hecho de un material desconocido para el resto de la humanidad y cada tanto se encarga de recordárnoslo.

Así Tiger volvió 13 meses después de ese accidente y bajo el par en la primera ronda del Masters de 2022. El hombre había producido un milagro más, aunque poco después todos nos dimos cuenta de que la vuelta no sería tan sencilla. Sus dificultades para caminar eran notorias, terminaba con un tremendo dolor en su pierna derecha, algo que le afectaba también su espalda por el tema de las compensaciones naturales que hace el cuerpo cuando tiene alguna zona dañada, y quedó claro que había algunas canchas como Augusta National en las que le sería muy difícil poder caminar 72 hoyos.

Este año volvió a jugar y lo hizo muy bien en Riviera. Completó los 72 hoyos casi sin problemas y salvo el día final en donde se notaba el cansancio, su juego se vio a muy buen nivel. Parecía un paso gigante en su deseo de volver a jugar, pero el Masters lo volvió a hacer retroceder varios casilleros. Tantos, que decidió someterse a una nueva operación en el tobillo para terminar con el dolor allí. Una fusión en esa parte de la pierna que al igual de lo sucedido con sus vértebras un par de años atrás, terminaba con el dolor, pero le quitaba movilidad. En la conferencia de prensa del Hero Challenge explicó el procedimiento al que se había sometido y dijo que los primeros dos meses habían sido una tortura, pero que ahora no sentía dolor en el tobillo. La espalda y la rodilla habían vuelto a ser parte del problema, pero que podía jugar sin dolor. Todos expectantes para que llegara el jueves y allí a las 11.52 junto a Justin Thomas llegaron al tee del 1. Le dio un balazo viento en contra que asombró a todos, pegó bien, embocó algunos putts en esos primeros hoyos, pero cerró la ronda muy mal. ¿Cansancio? ¿Desconcentración? ¿Ambas cosas? Algo de todo eso hubo y fue el mismo Tiger el que se encargó de decir que físicamente se sentía bien, pero que se daba cuenta que mentalmente le faltaba mucho para volver a estar donde a él le gusta.

Sus rondas fueron calcadas toda la semana (36-39; 32-38; 34-37; 36-36), y estos números reflejan algo de lo que decíamos antes. Cansancio, falto de competencia, fallas al cerrar producto del cansancio físico que afecta y mucho la concentración hicieron que a Tiger se le escaparan muchos golpes en los hoyos finales (acumuló 5 sobre par en los últimos hoyos en las cuatro rondas) . Hay que entender también que en pocos días cumple 48 años, que los nervios no son los mismos que a los 25, que mantener ese nivel de concentración que siempre tuvo no es tan sencillo cuando el calendario pasa, y a todo esto  hay que sumarle un cuerpo demasiado castigado por múltiples lesiones. Si ponemos todo esto en consideración y viendo la forma que pegó, diría que esta última vuelta puede ser considerada un éxito.

Dijo Tiger también que sería muy realista pensar en un calendario que incluya un torneo por mes en 2024 a partir del Genesis Invitational, torneo a beneficio de su fundación. Mencionó la posibilidad de jugar el Players en marzo, Masters en abril y después quedó claro que mayo sería el turno del PGA Championship, junio el US Open y julio el Open. Si vemos las canchas en donde se jugarán los majors el año próximo vemos que Pinehurst es muy sencilla de caminar y que solo el extremo calor de junio en Carolina del Norte puede afectarlo, Valhalla tiene algunas subidas y bajadas, pero no muy pronunciadas y que Troon es bastante cómoda para caminar en tanto y en cuanto no te caigas a alguno de sus bunkers. TPC Sawgrass no debería causarle problemas, Riviera ya la caminó este año más que bien y Augusta será su mayor inconveniente por los enormes desniveles que tiene el trazado. En pocos días lo veremos jugando con Charlie la padres e hijos en donde la posibilidad de jugar en carro hará todo más sencillo, pero que volverá a darnos una idea de su distancia, velocidad de swing y juego alrededor y sobre el green   

Muchachos, hoy nos volvimos a Ilusionar, decía la canción del mundial de Qatar. Tiger Woods volvió a jugar al golf y lo hizo para mi forma de ver, mejor de lo esperado. Hasta donde llegará nadie lo sabe. Lo que sí se es que jamás le apostaría en contra. Una vuelta más, y van ……..