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Esclavo de tus Palabras

Esclavo de tus Palabras

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Antes de empezar, una aclaración para un amigo que me escribió por X (Twitter) y que me dejó este comentario: “Y te quejas del LIV y sus 54 hoyos y se quejan que en la primer ronda nadie ve el LIV, y se quejan del espectáculo, GOLF es GOLF!!! En la primera ronda del PGA nadie va tampoco (yo lo he visto). Mejor disfruten…”. Solo para aclararle que el PGA Tour programa todos sus torneos a 72 hoyos y que solo por causa de fuerza mayor, como lo que ocurrió en Pebble Beach en donde media península de Monterrey se quedó sin luz, tienen que acortar el torneo. Me pareció que valía la pena aclararlo porque me parece que no estaba enterado de esto.

Ahora vayamos a lo importante. En los últimos dos años el golf mundial está viviendo momentos turbulentos como jamás había sucedido. No es que al golfista común le cambie mucho si alguna de las super estrellas gana 400 millones más o menos, o si los profesionales tienen ahora otra liga para competir, pero para nosotros que nos despertamos esperando la noticia que algún otro jugador dio el salto, cada día es una avalancha de rumores que perturban nuestro día.

Cuando empezó todo esto nadie sabía si Tiger Woods volvería a caminar, mucho menos jugar al golf, y fue Rory McIlroy quien se calzó el traje de Superman y salió a pelearlos a todos. En cierta forma estaba bien que la cara más visible del circuito saliera en defensa del tour, pero al irlandés se le fue la mano y aquella famosa frase que dice que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras le aplica perfecto a McIlroy. Hoy está tratando de disimular un poco lo que dijo y de suavizar sus dichos, como cuando crucificó a Stenson el año pasado, mientras que ahora salió a decir que no imagina la próxima Ryder Cup sin Jon Rahm. Hablando del español es curioso lo sucedido. No que 400 millones de dólares no puedan hacerlo cambiar a uno de parecer, pero Rahm no solo declaró alguna vez “400 millones no me van a hacer cambiar de opinión”, sino que casi se reía del formato que proponía el LIV y que a él jamás le interesaría jugar en esa liga. Acertó con la cifra. Erró con el presagio. Rahm debutó esta última semana en el LIV y quedó claro que mucho no le importa lo que está jugando: cerró bogey-bogey para perder por dos golpes y enseguida estaba descorchando champagne con sus compañeros de equipo. Imaginen a Rahm terminando así un domingo el año pasado. Podía hacer cualquier cosa menos descorchar champagne.

Volviendo atrás en el tiempo y mientras todos estos dimes y diretes ocupaban las noticias, el grupo saudí junto a algunos jugadores demandaron al PGA Tour en una corte de California en agosto de 2022. El primer fallo de la jueza fue en favor del tour, pero todo se complicó cuando la misma jueza falló en favor de que ambas instituciones tuvieran que abrir sus correos y hacerlos públicos. Ni al PIF ni al tour le convenia que nadie mire su correspondencia y fue allí cuando comenzaron las conversaciones ultrasecretas. El 6 de junio pasado terminaba de jugar al golf con mis amigos en Ponte Vedra y nos encontramos con la entrevista que dieron el Chairman del PIF y el Comisionado del PGA Tour, en donde anunciaban un principio de acuerdo para primero frenar el tema judicial (el punto más importante), y segundo, empezar las negociaciones para crear una nueva empresa con participación de ambas entidades, con el fin de hacer negocios con el PGA Tour y el golf mundial.

Luego de aquella entrevista me dio la impresión de que las aguas se habían calmado en cuanto al paso de jugadores al LIV. Es más, supuse que una de las cláusulas de la negociación sería que el LIV no intentaría llevarse más jugadores hasta tanto las negociaciones terminaran, pero no fue así. O quizás sí era así, pero cuando el PIF supo que las charlas entre el tour y otro inversor estaban muy avanzadas, decidió ir a fondo y allí apareció la oferta a Rahm. Nadie lo sabe, pero la cuestión es que tanto el español como Hatton dejaron el tour en diciembre y enero para pasar al LIV.

Recordarán también que a los jugadores no les gustó nada que no los hubieran consultado y Monahan tuvo que volar ese mismo día a Canadá para una reunión, era la semana del RBC Canadian Open, en donde, para ponerlo en términos suaves, no tuvo la mejor bienvenida por parte de los jugadores. A esto le siguió casi de inmediato una audiencia pública en el Senado de Estados Unidos en donde un comité interrogó a un miembro del directorio y a un alto ejecutivo del tour por más de 4 horas. En Capitol Hill estaban interesados, quizás hasta preocupados, por el camino que el tour iba a seguir con los saudís. Terminado el interrogatorio, y esto que viene ahora es conjetura mía, no me extrañaría que la conversación haya sido más o menos así:

Senadores: “que tan comprometidos están con los saudís?”

Tour: “no podemos correr la carrera de plata porque ellos son muchísimo más fuertes que nosotros. Vamos a tener que negociar”

S: “quizás podrían explorar con otro inversor, quizás buscar uno local”

T: “eso sería muy bueno y si Uds. nos pudieran aconsejar a alguien ….”

Fin de la charla imaginaria. El inversor local apareció.

Strategic Sports Group (SSG) es una empresa formada por algunos de los hombres más ricos de Estados Unidos con intereses en diferentes deportes. Allí está el dueño de los Boston Red Sox (una de las franquicias más importantes del Beisbol), el dueño de los Atlanta Falcons (NFL), el dueño del Liverpool (Premier League), equipos de NASCAR y todo lo que se les pueda ocurrir. Todos personajes super exitosos y que conocen cómo hacer negocios en el mundo del deporte en Estados Unidos. Uno de esos hombres se enteró que el tour estaba siendo amenazado y decidió que había que hacer algo. Llamó a sus socios en SSG y se pusieron en contacto con la gente del tour. Luego de varias charlas, la semana pasada reunidos en las oficinas de Ponte Vedra anunciaron la creación de una nueva empresa llamada PGA Tour Enterprises con una inversión inicial de 1500 millones de dólares, que podría llegar a 3 mil en el futuro. Los términos del acuerdo no se conocen en su totalidad, pero si se sabe que los jugadores serán dueños de partes de esta nueva compañía. Cómo y de qué forma se la repartirán es algo que todavía no se anunció, pero lo importante es que el tour está en una posición diferente para el caso que los saudís quieran seguir con la negociación. Digo esto porque no se si el PIF quiera ingresar a una empresa en condición de socio minoritario.

Ahora la pregunta que nos hacíamos todos era: ¿Ahora que SSG es socio del tour y que el tema financiero este acomodado, necesitan del PIF? No hubo que esperar mucho porque el que la tuvo que responder fue Spieth en la sala de prensa en Phoenix esta semana, y no le fue fácil contestar al joven maravilla. Terminó diciendo que siempre sería óptimo que todos los mejores jugaran los mismos torneos, pero que en términos financieros no era necesario. No pasó mucho tiempo para que McIlroy fuera consultado por las declaraciones de Spieth y el irlandés se despachó con algo más o menos así: “creo que un arreglo con el PIF es fundamental para que todos volvamos a jugar contra los mejores más seguido. No coincido en esto con Jordan”, terminó diciendo Rory.

Spieth entró al directorio del Tour en reemplazo de Rory sin tener muchas ganas de hacerlo. Está en una etapa de su vida en donde tiene dos hijos muy chiquitos y en el momento en que su carrera y su familia son prioridad, pero como dijo el mismo: “son tiempos difíciles y hay que ayudar a solucionar este problema. Cuando todo pase dejaré mi lugar a otro”.

Nadie sabe que va a pasar, pero si es verdad que en el tour hay ahora cierta tranquilidad financiera y me parece que tiene una oportunidad histórica. Imaginemos que las conversaciones con el PIF no llegaran a buen puerto, podrían hacer el anuncio que los jugadores pueden volver a jugar en el tour cuando quieran, cumpliendo con la regla que dice que para ser jugador regular tienes que jugar un mínimo de 15 torneos por año. Si esto sucediera y los jugadores del LIV consiguen volver a jugar en el tour por este o algún otro acuerdo, creo que solo los que han sido “fieles” al tour deberían ser dueños de esta nueva compañía (PGA Tour Enterprises) como reconocimiento a la lealtad de los que no dieron el salto.

Podría pasar también que el PIF ingrese como socio en esta nueva empresa y se pongan de acuerdo para no pisarse los calendarios y que todos puedan jugar en todos lados (esto sería lo ideal). Podría pasar también que no lleguen a un acuerdo, que la gente del PIF termine enojada y redoblen la apuesta poniendo varios miles de millones más para seguir llevándose jugadores. Yo sé que el dinero del PIF parece no tener fin, pero sin TV dentro de Estados Unidos y sin sponsors a la vista, alguien alguna vez va a mirar los números  y quizás decidan ponerle fin a esta aventura.

Esto recién empieza y lo que viene será todavía mejor, pero siempre hay que recordar lo que me dijo alguna vez un filósofo cordobés: “Dios nos dio dos orejas y una boca, esto quiere decir que hay que escuchar el doble de lo que hablamos”. Así también evitamos la esclavitud.

Quiénes son los socios de Strategic Sports Group

Fenway Sports Group (Boston Red Sox (MLB)/Liverpool Futbol Club)

Steven Cohen, Owner/Chairman/CEO New York Mets

Arthur M.Blank, Home Depot/Atlanta Falcons (NFL)

Sam Kennedy, CEO & President Boston Red Sox

Andrew Cohen, Vice Chairman New York Mets

Mark Attanasio, Milwaukee Brewers (MLB)/Norwich City

Wyc Grousbeck, Lead Owner Boston Celtics (NBA)

Linda Henry, Co-Owner & CEO Boston Globe Media

Alec Schiner, Co-Founder and Partner Otro Capital

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