Terminó el segundo major del año y la victoria de Xander Schauffele nos dejó ricas conclusiones luego de una semana de gran golf.

1. Xander Schauffele entró merecidamente en la lista de grandes golfistas. El oro olímpico de Tokio es un gran logro pero para el mundo del golf hasta que no ganas un major no estas en esa lista de nombres que hacen historia. Y a Xander le faltaba quedarse con un campeonato mayor. Después de quedar segundo en el Wells Fargo, Schauffele le dijo a su caddie “la próxima es nuestra” y vaya que cumplió. Empezó con un 62 (-9), empatando una vez más el récord de score en los majors, tal cual lo había hecho el año pasado en Los Angeles Country Club. Pero no quedó todo en ese jueves. Luego siguió mostrando todo su talento, ahora también con más distancia y jugó un golf magnífico que nadie pudo detener. Mostró coraje cuando lo alcanzaron y respondió cada vez que hizo un bogey (pocos) con birdies. Y para terminar, tenía que hacer birdie al 18 para ganar y lo hizo con autoridad para no tener que ir a playoff. Una victoria que premia a un jugador muy talentoso y que ha encontrado un rendimiento fantástico en el último tiempo, con cinco top-10 en sus últimos 7 eventos.
2. Valhalla fue una gran sede. Al igual que en los anteriores tres PGA Championship el diseño de Nicklaus en Louisville, Kentucky estuvo a la altura. Más allá de las lluvias que hicieron que la cancha estuviera más blanda de lo habitual, se mostró exigente y acorde al golf de alto nivel que se requiere en un major. Una gran combinación de par-4’s, muchos de ellos muy largos, algunos par-3 que requerían algo más que precisión y tres par-5’s muy buenos. Un campo moderno que nos tuvo en vilo hasta el hoyo final, como en cada PGA jugado aquí y que disfrutamos de ver a los mejores del mundo. Por un pronto regreso.
3. Bryson De Chambeau es un gran jugador y es una lástima que no esté jugando semana a semana con los mejores del mundo. Su carisma, su potencia, su energía le dio la posibilidad de pelear hasta el final este domingo y se quedó corto por un golpe, mostrando infinitos recursos para jugar. No solo es potencia, también tiene un gran toque alrededor del green y ayer estuvo muy fino con el putter. Según él, el tiempo que ganó jugando en LIV hizo que pudiera practicar más. Si es así y no se duerme en los millones de dólares garantizados que tiene, lo tendremos como protagonista de muchos majors.
4. Scottie Scheffler será recordado en este caso por haber pasado más tiempo en las noticias por lo que hizo fuera del campo de golf que por lo que hizo dentro, que no fue poco. La mañana del viernes nos sorprendió a todos cuando el mejor jugador del mundo fue detenido luego de un malentendido con un oficial de policía a la entrada de Valhalla. A pesar de eso, Scheffler no decepcionó y ese viernes asombró a todos con una ronda bajo par. El sábado le pasó factura todo lo vivido el día anterior y seguramente también no tener a su caddie en la bolsa, algo previamente acordado. Su única ronda sobre par del año lo dejó lejos de la pelea por el título. El domingo volvió a ser el gran jugador que es, con Ted Scott en la bolsa y terminó top-10. Pero todos recordarán este torneo como el que Scottie terminó preso.
5. Los que hablan de la crisis del golf deben querer borrar esta semana. Porque el PGA Championship mostró cuatro días de golf de alto vuelo, con jugadores mostrando todo su talento y con una variedad de historias muy atractivas. Xander quitándose la mochila de no ganar majors, Bryson siempre llamando la atención, Viktor resucitando en los grandes, Scottie presente a pesar de ir a la carcel un par de horas, Shane Lowry mostrando su talento, Rory siendo Rory en los majors, otros nuevos nombres como Theegala o Detry. Por supuesto que Tiger no está vigente, que a Phil ya le pasó el cuarto de hora y que de esa generación ya queda poco, pero todo lo que viene detrás es suficientemente atractivo para que tengamos un gran futuro por muchos años.